Marihuana
 
TERCERA PARTE:
Los últimos reportes médicos acerca de la marihuana /
Los efectos de la marihuana en el sistema de chakras

Mi experiencia personal
Fuentes de consulta
 
 

Los últimos reportes médicos acerca de la marihuana

Leslie L. Iversen es un investigador inglés autor del libro Marihuana, conocimiento científico actual (50) en el cual explica en términos accesibles los avances llevados a cabo en el campo de la investigación del cannabis a partir del descubrimiento de los neuroreceptores específicos en los que actúa este psicoactivo y de la existencia en el cerebro de sustancias naturales similares a los cannabinoides.

En esta obra también ofrece una valoración de su utilidad médica actual (cuyo resumen puedes consultar en el apartado dedicado a los usos terapéuticos); luego evalúa su utilización con fines recreativos y la forma en que éste hábito afecta a sus consumidores; y por último ofrece algunas predicciones respecto a las actitudes que se adoptarán en el futuro en relación a este psicoactivo.

De entrada Iversen advierte que el consumo de cannabis para fines recreativos se ha convertido en la droga ilícita más ampliamente consumida en Occidente, ocupando el tercer puesto en la lista de drogas recreativas, tras el alcohol y el tabaco. Según afirma, "gracias a distintos estudios se ha podido desvelar que en muchos países occidentales, hasta un tercio de la población comprendida entre los quince y los cincuenta años reconoce haber consumido cannabis alguna vez". (50)

Desde su punto de vista, la dependencia es el riesgo más frecuente del cannabis y el más subestimado entre los consumidores:

Según Wayne Hall y Nadia Solowij, expertos de reconocido prestigio en el campo de la investigación sobre la adicción: 'En torno a un 10% de los que alguna vez lo han probado, y entre la mitad y la tercera parte de quienes lo usan dirariamente, acabarán perdiendo el control sobre esta droga y seguirán recurriendo a ella para poder afrontar los problemas causados o exacervados por su uso'. [...] El informe del Institute of Medicine de 1999 señaló que el 9% de los que alguna vez habían probado el cannabis se volvieron dependientes, cifra que contrasta con los riesgos de dependencia generados por el tabaco (32%), la heroína (23%), la cocaína (17%) y el alcohol (15%) (50)

Iversen utiliza la clasificación del antropólogo escocés Neil Montgomery quien dividió a los consumidores de cannabis para uso recreativo en tres categorías:

Esporádicos: consumo irregular de hasta 1g de resina por sesión, con un total anual que no sobrepasa los 28 g.

Habituales: consumo frecuente, por lo general unas 3-4 caladas de un porro o de una pipa al día, equivalentes a unos 14 g de resina de cannabis al mes.

"Heavy": representa sólo un 5% aproximado de los consumidores totales, auqnue están más o menos "colocados2 o "colgados" de un modo permanente; toman más de 3,5 g de resina al día, o sea, en torno a unos 28 g o más a la semana. (50)

Respecto al tema del uso recreativo, el mismo Iversen concluye y preveé que:

El consumo de cannabis entraña riesgos par la salud, especialmente la marihuana fumada, aunque se ha demostrado que los primeros informes sobre los peligros de esta droga se habían exagerado. Existe un verdadero riesgo de dependencia al cannabis, y para algunos puede dominar sus vidas y ejercer un impacto muy negativo; en cambio, para otros, para bien o para mal, es una válvula de escape inofensiva de fin de semana.

Hasta ahora ha sido una actividad practicada por personas menores de 30 años, aunque el patrón puede cambiar a medida que el cannabis se acepte cada vez más como parte de nuestra cultura. Progresivamente tiene mayor aceptación y con frecuencia en muchas partes se consume como alternativa al alcohol. (50)

Como complemento a esta investigación publicada en español en el 2001, se encuentran tres de los más recientes estudios publicados en noviembre del 2002 en la revista British Medical Journal, cuyo editorial, afirma que "aún no está claro si el hachís hace aparecer enfermedades como la esquizofrenia y la depresión crónica o las dispara en presonas predispuestas", ya que el aumento del consumo en los últimos años "todavía no ha elevado las enfermedades psiquiátricas porque el efecto es a largo plazo". (49)

En el primer estudio, científicos australianos siguieron durante seis años a 1,590 adolescentes y descubrieron que estadísticamente:

Quienes fumaban hachís a diario tenían más probabilidades de caer en una depresión que quienes sólo lo hacían una vez a la semana o no fumaban. La relación es mayor en la chicas: las que consumían a diario tenían una predisposición cinco veces mayor a sufrir depresión o ansiedad que las que no fumaban. Para las que fumaban una vez a la semana, el riesgo era el doble que para las que no fumaban. (49)

En el segundo estudio, un grupo de investigadores suecos analizó a 50,087 personas que en los años sesenta tenían entre 18 y 20 años. Los investigadores "comprobaron que entre quienes fumaban entonces había un 30% más de casos de esquizofrenia que entre quienes no fumaban". Este quipo corrobora también la predisposición a la depresión.

El tercercer estudio, aplicado por un equipo británico a 1,047 veinteañeros de Nueva Zelanda, demostró estadísticamente que "una de cada diez personas que consume cannabis tiene un riesgo alto de padecer esquizofrenia". (49)

 

 

Los efectos de la marihuana en el sistema de chakras

Donna Cunningham tenía varios años trabajando como terapeuta especializada adicciones cuando entró en contacto con Andrew Ramer, un sanador y canalizador con quien colaboró para escribir dos libros: The spiritual dimensions of healing addictions (45) y Further dimensions of healing addictions (46).

En el primer libro sostienen que por lo general, los seres humanos caemos en la adicción cuando perdemos de vista o no queremos realizar nuestra "visión", o sea: "nuestra habilidad de percibir y participar en la realidad más amplia, reteniendo un recuerdo, aunque sea débil, de nuestro Ser Superior y de las tareas y propósitos de nuestra vida" (45).

En el segundo libro explican con claridad cómo se utilizaban antiguamente los distintos psicoactivos, a los que ellos llaman "herramientas de poder", para recuperar y apoyar nuestra visión; y como es que, al perder ese conocimiento, actualmente abusamos de estas mismas herramientas y nos destruimos con ellas en lugar de utilizarlas en nuestro beneficio.

En Further dimensions of healing addictions, entre otras muchas cosas interesantes, nos explican cuáles son los efectos que tienen las principales sustancias adictivas sobre el campo energético humano, concretamente sobre el sistema de chakras.

En el caso de la marihuana, Danna y Andrew aseguran que antiguamente esta planta cumplía una función esencial entre las culturas de Asia y del Este Medio ya que era utilizada como una herramienta de poder para efectuar cambios en el primer chakra e integrar y construir puentes entre varios chakras, que es lo que hace la marihuana en sus primeras utilizaciones, aunque el uso reiterado termina ocasionando el efecto contrario, obstruyendo principalmente el primero y quinto chakras y afectando los chakras del timo y el entrecejo.

Cuando fumas marihuana, parece que esté haciendo efecto en tu tercer ojo, pero también está haciendo cosas en tu chakra raíz. En un sentido, estos dos chakras son los dos mundos que comunica la marihuana, el de la raíz como el mundo de la conciencia de vigilia y el tercer ojo como la conciencia del sueño y de otros mundos. Lo que tenemos en común con todo el reino animal es que nuestros chakras raíz están fuertemente conectados con el planeta. Un cambio en la energía del chakra raíz es el primer paso para moverte lejos del arraigamiento a esta realidad y a este mundo. La mota actúa como un refaseador de la energíad el chakra raíz. Por ello es que la marihuana tiene un atractivo especial para los que no tienen fuertes raíces y los alienados, que anhelan instintivamente hacer un cambio en la situación de su primer chakra. Sin embargo, al abusar de la marihuana, hacen más y más difícil la tarea de establecer nuevas raíces.

No es un accidente que la marihuana se hiciera popular nuevamente durante los sesentas, cuando toda la juventud se sentía lejos de las raíces del pasado, de su familia y de su cultura. Algo en el inconsciente colectivo sabía que la marihuana tenía algo que ver con ese cambio en el flujo de la energía del primer chakra. La gente que la probaba sentía, aun subliminalmente, energía moviéndose en ese centro. La ironía es que el cambio de energía era de hecho HACIA AFUERA, en lugar de hacia adentro para generar nuevas y mejores raíces; resultando en una mayor alienación como consecuencia. No todos la fumamos, pero un gran porcentaje la probó sólo una o dos veces, y esa exposición fue suficiente para que todas nuestras raíces cambiaran. Sí, es necesario que saquemos nuestras raíces del planeta para salir del mundo, pero ocurrió demasiado temprano, y ha habido mucha infelicidad como resultado. La marihuana tiene la capacidad de despertar y expandir la visión y los sentidos del tercer ojo, pero la visión sin raíces no tiene ninguna utilidad para nadie que aún viva en un cuerpo [...]

La marihuana está muy relacionada con los jóvenes adultos de hoy en dia porque en algún nivel recordamos que a esa edad se suponía que ya debíamos tener nuestras raíces -familia, hogar, ocupación, todo establecido- pero en este mundo más complejo, los jóvenes adultos a menudo están aún en la universidad o en las escuelas de graduados o siendo alguna clase de aprendices. Entonces se sienten atraídos hacia esta herramienta de cambios en el primer chakra como una expresión de su atomización y frustración porque el enraizamiento que necesitan no está teniendo lugar. [...] Es muy importante limpiar el chakra raíz y después energetizarlo para poder abandonar la adicción a la marihuana [...] Puedes nutrir el chakra raíz visualizándote en la acción de extraer luz verde o color ámbar de la tierra para llevarla al chakra raíz a través del cóxis. Siéntate en el piso para hacerlo, o mejor aún, en la tierra. Declara que éste es tu hogar, que aceptas a éste como tu hogar.

Las partes del cuerpo físico más afectadas por fumar marihuana son la garganta y los pulmones, y hay una fácil contaminación secundaria de la energía corporal en el área de la garganta. Con el uso fuerte de la marihuana siempre hay un residuo en el centro de la grarganta, a tal grado que llega a haber algo cercano a una parálisis de energía allí. En el nivel físico, sí, puede haber enfermedades de garganta o irritaciones, pero eso no es nada comparado con el daño en la energía corporal. A menudo tienes miedo de hablar; miedo de canalizar la visión. Algunos adictos a la marihuana tienen experiencias de vidas pasadas en las que fueron decapitados o colgados por hablar, especialmente acerca de sus creencias que fueron consideradas heréticas en su tiempo.

Justo debajo del centro de la garganta está el centro del timo, que es el siguiente en afectarse si el uso continúa. Los profesionales en el campo de la adicción han hablado de la adicción a la marihuana como causante de un "SÍNDROME AMOTIVACIONAL". Aunque pocos de esos preofesionales reconocen los chakras, sí perciben los efectos en el timo, ya que amotivacional significa en lenguaje llano que el individuo tiene menos y menos voluntad de hacer nada. Asegúrate de reparar y limpiar estos dos centros, la garganta y el timo, para no caer de nuevo, sutilmente en la adicción. O, incluso si no recaes, si el daño continúa irreparado, la energía está bloqueada y nada se completa. (46).

Entre las diversas causas que Donna y Andrew aluden como factores determinantes para caer en el abuso de la marihuana, aseguran también que a nivel inconsciente:

La marihuana es usada por personas que tienen dificultades en cruzar la puerta entre el mundo de los sueños y la vida de vigilia. Las personas que tienen miedo de uno o de otro o del flujo de un mundo en el otro, instintivamente se vuelven hacia la marihuana por su habilidad terapéutica para abrir esta puerta. Si tienes miedo del mundo de los sueños, fumar marihuana te ayuda a redirigirte hacia el mundo de vigilia. Si tienes miedo del mundo de vigilia -si te gusta estar dormido todo el tiempo- la marihuana te ayuda con el balance. A menudo, por ejemplo, la gente que está comenzando a recibir información psíquica o enseñanza en sus sueños pero tiene miedo de traerla hacia su conciencia de vigilia, buscará esta droga.

El peligro de la marihuana viene de su fuerza. Mediante el uso limitado, puedes abrir la puerta entre los dos mundos y aprender a moverte entre ellos libremente. El uso repetido de la mota te pone a girar como un trompo en la puerta, de tal forma que no puedes entrar completamente a ninguno de los dos sitios. [...] Cuando la distinción entre ambos mundos se vuelve borrosa, la mente necesita crear una nueva dualidad. Normalmente esto se consegue con una segunda adicción, que puede ser al tabaco, al alcohol, a las drogas duras o al azúcar. Otra forma de crear la dualidad necesaria es entrando a una ilusión masiva como vivir en un mundo de fantasía o vivir en profunda ansiedad o desesperación.

Finalmente, en vez de moverte entre el mundo de los sueños y el mundo de la vigilia, te estancas entre una gris confusión y una fantasía color de rosa. Pierdes tus raíces con el mundo de la vigilia, vas y vienes, ves inumerables cosas, pero NO TE MUEVES. El trabajo conciente con tus sueños y con lo necesario para hacerlos realidad en el mundo de vigilia y utilizarlos, te puede ayudar bastante [...] (46)

Para abandonar una adicción los autores recomiendan asisitir a terapias psicológicas, ya sean personales o grupales, y someterse a un tratamiento de desintoxicación física bajo supervisión médica, en caso de que ésto sea necesario. Además consideran indispensable practicar técnicas alternativas para revertir los daños causados por el abuso de las distintas sustancias en el campo energético humano.

Para esto último nos ofrecen en su segundo libro una excelente serie de ejercicios de visualización, así como remedios de aromoterapia y gemoterapia específicos para reparar los daños provocados por cada una de las diferentes sustancias. Adicionalmente, se incluyen ciertos diagramas canalizados por Andrew para reprogramar las biocomputadoras que son nuestros cerebros.

Según afirman: "Los hábitos, como las adicciones están impresos dentro de nuestros circuitos cerebrales de la misma manera en que los circuitos de una computadora son programados. Para interrumpir un hábito, necesitas borrar y reprogramar el circuito" (46), y para eso sirven los diferentes diagramas canalizados para cada tipo de droga.

Diagrama para transformar el hábito de la marihuana

Estos diagramas deben mirarse de arriba a abajo o dibujarse 25 veces consecutivas en tres sesiones por día. Además se recomienda mirarlos cuando se sientan deseos de caer en la tentación de usar nuevamente la droga en cuestión. (Ver más al respecto en adicciones)

 

 

 

MI EXPERIENCIA PERSONAL

Mi relación con la marihuana no comenzó con un flechazo, ni fue amor a primera calada, ni nada por el estilo, sin embargo me clavé severamente con ella y llegué a adorarla a tal grado que hice un mega berrinche cuando me vi obligada a dejarla...

En realidad las primeras veces casi no sentí nada y cuando al fin me hizo efecto, la aluciné porque justamente me acentuó un leve cólico que tenía en esos momentos e hice de todo para que se me bajara. Pero en esa época estaba en un ambiente (la escuela de escritores de la SOGEM) donde todos mis amigos alababan sus efectos, así es que perseveré y continué fumando hasta que poco a poco me fui habituando.

Recuerdo que la primera vez que "le encontré el chiste" y comencé a adorarla fue cuando mi amiga Paola me contó un pasaje de El señor de los anillos, justo aquel sobre los ents y las diferencias entre su tiempo y el nuestro. Como una de las características más sobresalientes de la marihuana son sus efectos sobre la percepción del tiempo (cosa que en aquellos momentos no sabía), entré por primera vez en el nivel de la dilatación de las coordenadas temporales y estaba absolutamente convencida de que gracias a la mota había entrado en el tiempo de los ents y por lo tanto coloqué a esta bendita planta en el altar de "llave dimensional".

También recuerdo entrañablemente una ocasión muy concreta en que una visión que tuve bajo los efectos de la marihuana me salvó la vida... Y un memorable 15 de mayo que tres de mis mejores amigas, Frida, Penélope, Claudia y yo llamamos desde entonces "El Día del Reencuentro con la Fe". Esa noche después de fumar mota descubrimos que las casualidades no existen y que podíamos recuperar el amor y la ilusión. Poco después leímos La profesía celestina [Las nueve revelaciones] de James Ratfield y estábamos felices de que nuestra "llave dimensional" nos hubiera guiado hacia la primera revelación.

Aún estoy convencida de que tanto la salvación como el reencuentro no hubieran tenido lugar sin la colaboración de la marihuana. O sea que en mis primeras experiencias, actuó como un auténtico remedio. Sin embargo, queriendo conservar esta cualidad a lo largo del tiempo fue donde me perdí. Nunca vi la raya divisoria entre el uso y el abuso. De lo único que me percataba era de que cuando fumaba diario o muy seguido, los cambios en mi estado de consciencia no eran tan marcados e incluso espectaculares como me gustaba que fueran. Así es que, al menos en sus inicios, mi categoría de usuaria era la de "esporádica", según las divisiones de Montgomery presentadas líneas arriba, por lo cual me sentía a salvo de toda adicción y en pleno control de mi relación con la marihuana.

No contaba con los efectos acumulativos sobre la anatomía sutil de esta "hierba que atrapa" (etimología náhuatl de malli-huana), como le decían nuestros sabios ancestros del Valle de México para describirla cuando la nombraban.

Era tanto mi amor por ella que aún cuando bajo sus efectos sufrí el peor malviaje de mi vida, después de más de un año sin fumar, la perdoné considerando que estábamos a mano, pues ya que un día me había salvado la vida, podía darse el lujo de cobrarse con mi peor experiencia llevándome durante varios días de viaje por el vacío o valle de la muerte... Además este malviaje terminó con mi carrera política y me permitió llegar a un fondo desde el cual pude efectuar el cambio más drástico en mi vida; cambio que a final de cuentas resultó para bien (ver acerca de...). Así es que la vi como una maestra efectiva, aunque nada compasiva, y terminé haciendo las paces con ella y volví a fumarla sin temor ni resentimiento alguno.

Poco después visité Ámsterdam por primera vez, y también por primera vez, probé el hachís. Y claro, ¡me encantó!

Atesoro el imborrable flash de ir saliendo de un coffe shop en el último piso de un edificio ocupa a las cuatro de la mañana después de haber probado un excelente hachís, subirme a mi bicicleta rentada, e ir llorando de felicidad mientras mis amigas Frida y Jeanet iban delante de mí en las suyas, atravesando un parque boscoso, disfrutando del paseo, del ejercicio, de la vida y de la llovizna en la ciudad más segura y libertaria del planeta.

Eso fue mi primer viaje a Ámsterdam. La felicidad absoluta. Al grado de llorar de alegría porque en esa tierra podían ir tres chicas paseando a las cuatro de la mañana sin peligro alguno, sabiendo que no habían cometiendo ningún crimen, no habían violado ninguna ley y se la estaban pasado increíblemente bien...

El resto de esta primera estancia en Ámsterdam me dediqué a probar varias smart-drugs, éxtasis puro y todas las clases de hachís y marihuana que pude. Creo que fue en este punto donde crucé la raya entre consumidora esporádica y pasé a convertirme en consumidora habitual amparada en mi papel de investigadora de la conciencia y bajo el pretexto de aprovechar la oportunidad de estar donde estaba, pensando en que ya de regreso a México volvería a mi patrón anterior de fumar esporádicamente.

Después de Ámsterdam fui a Barcelona donde entrevisté al director de la revista Cáñamo, al presidente de la Asociación Ramón Santos para Estudios del Cannabis, a un estudiante de ecología, a un enfermo de esclerosis múltiple y a varios usuarios y promotores del consumo cuyo entusiasmo y excelente "maría" compartí sin reservas...

Luego fui a Londres y a Óxford y no resistí la tentación de regresar de nuevo a Barcelona y a Ámsterdam.

En esta segunda vuelta a la capital de la libertad, además de continuar catando variedades canábicas diariamente, también me puse a hacer entrevistas a mi amiga Jeanet, a la manager de una smart-shop, a una mesera de un coffe-shop, a un chef y a un empleado del aereopuerto de Shipol.

Cuando finalmente regresé a México, efectivamente fumé menos, pero aún así no regresé al patrón esporádico sino que pasé de unas dos o tres veces por mes a unas dos o tres veces por semana.

En esa época ya había formado parte de los primeros intentos de formar en México un movimiento para la despenalización de la marihuana primero y del resto de las drogas después, había escrito y publicado algunos artículos al respecto y me consideraba una candidata ideal para defender el uso responsable de la marihuana porque mi vida laboral, familiar y sentimental nunca se habían visto negativamente afectadas por el uso de marihuana y demás psicoactivos... Según yo...

Y en parte era cierto. Mi vida laboral no se veía afectada porque desde hacía mucho tiempo que no existía. Igual que mi vida sentimental. Trabajaba en cosas eventuales, cambiantes y la mayoría de las veces, poco lucrativas. No tenía ninguna relación de pareja estable y ya no vivía con mis papás y mis hermanos, así es que tampoco estas relaciones se podían afectar. O sea que como no tenía nada concreto o permanente en mi vida, tampoco había nada que el uso de la marihuana pudiera interrumpir.

Otro factor importante que cabe mencionar es que siempre tenía la fantástica excusa de estar haciendo una investigación de campo para escribir, y eventualmente publicar, un libro sobre dorgas. Lo cual por supuesto era más una fantasía que una posibilidad real ya que el primer borrador de mi supuesto libro fue rechazado por dos editoriales mexicanas y francamente no creía que nadie lo quisiera publicar ya que aun a esas alturas ya era casi una enciclopedia y los costos de edición serían altísimos...

En fin, debido a toda esta falta de arraigo y objetivos concretos, después de una corta temporada de regreso a México, opté por irme a vivir a Barcelona con Jordi, un chico que conocí allá.

Pero las cosas con él no funcionaron y mientras pensaba qué hacer con mi vida, me fui a pasar una temporada con una familia de amigos suyos que rentaban una masía enmedio de las montañas de Tordera.

Debido al dolor de la ruptura y a otros problemas derivados de mi ya crónica depresión, definitivamente dejé mi consumo espaciado y comencé a fumar prácticamente a diario, teniendo la plena certeza de que cada vez veía con mayor claridad mis errores y de que estaba entrando en un contacto verdaderamente elevado con las plantas de tomate del huerto de Banijam, el padre de la entrañable familia que me ofreció trabajo y un lugar donde vivir cuando más lo necesitaba...

Tiempo después comencé una nueva relación de pareja con Joan Ramon, quien pretendía alejarme de las drogas en general y de la marihuana en particular. Bajo estas circunstancias me inscribí por primera vez a un curso intensivo de meditación Vipassana que duraba diez días, durante los cuales no podía consumir ningún tipo de psicoactivo, ni hablar con nadie que no fueran los profesores, ni abandonar las bellas instalaciones del ashram de Dhama Neru situado en el corazón energético de la tierra catalana.

Debido a la energía del lugar, a mi desintoxicación y sin duda alguna al poder de la meditación, cada noche tuve una serie de sueños bastante perturbadores, los sueños más vívidos y aleccionadores que había tenido nunca.

Escribiré a continuación los que tienen que ver con la marihuana, que son los que me confundieron.

El primero de ellos fue tan breve como intenso:

Un pánico absoluto porque no sé quien soy, no sé donde estoy. Caen muchos papeles y entre ellos veo una bacha encendida [es decir, la "colilla" de un cigarrillo de marihuana] y trato de recogerla temiendo quemarme las manos, pero prefiriendo hacerlo con tal de que no se quemen las hojas y se produzca un incendio.

En el segundo sueño sobre el tema:

Estoy trabajando en mi computadora portátil y ésta empieza a escribir sola. Me apanico porque pienso que sí, que en realidad mi guía es quien ha hecho los trucos [algunas cosas misteriosas que le han sucedido a algunos de mis archivos señalándome ciertas claves o pistas en lo que esccribo] y ahora ya de plano, en el descaro total, me está escribiendo directamente. Se me ocurre que mejor primero leo lo que me está escribiendo y luego me apanico. Dice "Vas bien", refiriéndose a mi libro de drogas "pero las cosas se van a retrasar un poco porque reprobaste la prueba final", refiriéndose a la marihuana; "y esa ya la habías pasado", me dice [reprobar significa suspender en mexicano]. En la pantalla del ordenador sigue una explicación más larga acompañada de imágenes pequeñas, como diapositivas. Me dispongo a leerla cuando una mujer me interrumpe. Me enojo mucho, pero como la veo llorando, paro el enojo y le pregunto qué le pasa. Ella me dice que su mamá no le blanqueó las paredes de su habitación, y yo le digo -más impaciente que compasiva- que no se preocupe, que yo se las pinto, que me deje terminar de leer el mensaje y luego le ayudo.

Exactamente en este punto me despierto pensando ¡¡¡que gran injusticia!!!, porque todavía no había terminado de leer la explicación; luego me río pensando que es una treta de Rashil para que busque establecer una conexión más directa con él y me vuelvo a dormir. [Rashil es mi guía espiritual o ángel de la guarda. Entré por primera vez en contacto consciente con él a través de un canalizador que se llama Alex Sluky. En aquella ocasión me vaticinó varias cosas muy específicas que efectivamente sucedieron y respondió a mis preguntas demostrando un concocimiento asombroso de mí que nadie más habría podido tener, así es que quedé convencida de su existencia y de su ayuda en mi vida diaria.]

Al día siguiente se me quitó la risa. Me la pasé pensando qué cosa hice mal y a qué se refería mi guía con eso de que ya había pasado esa prueba y ahora la reprobé. ¿Fue acaso cuando dejé de fumarla después del malviaje y durante toda mi estancia en el Centro de Alta Conciencia Tepozcahuic? ¿O acaso se refería a otra vida? ¿O las dos cosas? Martin Stevens, el maestro de Vipassana me dijo que me olvidara de mis sueños y me concentrara en el trabajo de meditación, lo cual hice lo más obedientemente que pude. No obstante, cada noche antes de dormir le pedía a Rashil que por favor me explicara de qué se trataba el asunto, pero parece que había otras prioridades y soñaba otras lecciones referentes a otros temas; sin embargo uno de esos días tengo otro sueño:

Jordi, un amigo de Joanra, está fumando marihuana y no me quiere dar, está enfadado conmigo porque hice sufrir a Joanra cuando me vio besándome con otro. Yo trato de arrebatarle el porro mientras le digo que eso no tiene nada qué ver con la marihuana y que él se va a reconciliar conmigo en cuanto le explique que el hombre que me besaba era Carlos, un ex novio que vino a despedirse de mí para siempre (lo cual había ocurrido en el sueño del día anterior). Luego me entra una gran angustia porque pienso que a lo mejor Joanra ya no me quiere volver a ver y no tendré oportunidad de explicárselo.

Desperté enojada pensando que eso no me aclaraba nada y diciéndole a mi guía que yo nunca le había arrebatado un porro a nadie porque nunca había sufrido esos ataques de codicia ya que ¡no era una adicta! Así es que continué demandándole que me explicara durante mis sueños a qué se refería con eso de que "reprobé la prueba", pero nada. Soñé otras cosas importantes y algunas cosas vagas al respecto que se me olvidaron, hasta que un día antes de terminar el curso, tuve el siguiente sueño: 

Estoy viendo una revista tipo Hola hay fotos de mi boda reseñada como una de las primeras bodas "new age" de la Tierra. Pienso que estaba hiper feliz ese día porque en una de las fotos tengo la cara llena de un polvo blanco como harina y me estoy riendo mucho con unas niñas. Luego estoy en la escuela de mis tíos queriendo comprar hachís. Mi hermano Daniel me acompaña pero de repente ya no lo encuentro y le digo a un amigo suyo que me ayude a buscarlo; luego veo a mi hermano Juan por allí y a continuación hay otras escenas en las que fumo hachís mezclado con tabaco y estoy muy ansiosa y paranoica de que alguien me pueda quitar el porro o de que no me estafen dándome menos cantidad de la que he pagado...

Y no me acuerdo qué más porque no me gustaron esas escenas y desperté furiosa pensando que yo no soy así y reclamándole a mi guía que si acaso esas escenas se encontraban en mi subconsciente, debían ser resultado de las paranoias respecto a los tenebrosos ambientes de compra que tenía Joanra; le argumenté que de hecho yo rara vez había comprado marihuana y mucho menos hachís, que casi siempre me la regalaban, que casi nunca fumaba hachís, que mi relación con la noble marihuana estaba bajo control, que era ella quien venía a mí y no yo a ella, que no tenía esa ansiedad caricaturizada del sueño... y no sé qué más reclamos le hice, muy enojada...

Sincrónicamente esa noche en uno de los discursos nocturnos de Goenka que veíamos en vídeo cada noche como introducción a las enseñanzas del Buda, contó una anécdota de unos fumadores de hachís que se pasaron toda la noche remando con gran esfuerzo seguros de que al día siguiente llegarían a su destino, pero cuando amaneció se dieron cuenta de que se les había olvidado desamarrar la balsa y todo su esfuerzo había sido en vano...

El caso es que estaba hecha un lío al terminar el curso de Vipassana porque, además de todo pude percatarme de que efectivamente yo era la causante de todas mis miserias porque durante los diez días no hubo absolutamente ningún acontecimiento externo que pudiera perturbarme y debido a mis erráticos pensamientos yo segí pasando de la extrema felicidad a la extrema depresión varias veces al día como era mi costumbre ciclotímica en esa época y para colmo de males, vi que estaba a punto de cometer un "grave error" con mi investigación acerca de las drogas (ver más al respecto en mi séptima experiencia con la abuela ayahuasca).

Como no entendía nada, decidí dejar de fumar marihuana y hachís para ver si a través del contraste entre la vida fumando y la vida sin fumar, podía averiguar cuál había sido el fallo que me llevó a "reprobar la prueba final" según mi guía. Así es que a partir de ese momento nunca más volví a fumar, a pesar de que saliendo del curso mis amigos me recibieron con un porro y tuve que pasar por algún tiempo de tentación provocado por el mismo ambiente de consumo a mi alrededor, hasta que finalmente me fui a vivir con Joanra e ingresé a un entorno totalmente adverso a la marihuana que me facilitó considerablemente alejarme de ella.

Sin embargo, los días pasaban y yo continuaba deprimida, sin encontrar ninguna mejoría palpable en mi vida, y sintiendo que de hecho las cosas estaban peor porque ni siquiera tenía ya los agradables espacios de consuelo, esparcimiento y elevación que me permitía mi querida marihuana. Estaba muy enojada y aún más confundida que antes. Así es que al final de mi octava experiencia con la abuela ayahuasca les pregunté de nuevo a mis guías qué había de malo en fumar marihuana. Les expliqué de nuevo que a final de cuentas la marihuana era quien llegaba a mí y les recordé dos de mis anécdotas más espectaculares al respecto:

1) Cuando todavía vivía en Tepoztlán, estaba en casa con mi amiga Frida quien fue a visitarme después de mucho tiempo sin vernos. Ambas pensamos que sería genial si tuviéramos marihuana para fumar mientras leíamos nuestros respectivos textos y nos contábamos los chismes acumulados, pero ninguna de las dos teníamos nada. De repente tocó el timbre una mujer que estaba buscando a un amigo mío. Como yo sabía que ella era quien le vendía marihuana, le pregunté si acaso traía y efectivamente llebaba un enrome paquete para mi amigo que por supuesto nosotras le pagamos de inmediato y procedimos a fumar con singular alegría pensando que se trataba de un auténtico regalo del cielo, pues además de que era buenísima, ¡nunca habíamos visto tanta junta!

2) Estando por primera vez en Barcelona, fui a hacer una entrevista a los cuates de mi amigo Emilio, era de madrugada y regresaba al piso de los amigos que me hospedaban, cuando me detuve en un parque para aprovechar los últimos efectos del hachís que había fumado con ellos. Me puse a cantar y bailar una canción de Soda Stereo con la vocalista de Los aterciopelados y cuando terminé me fui caminando hacia el piso de mis amigos pensando que como no tenía nada de sueño, estaría genial fumar un poco más de hachís mientras terminaba de pintar la portada del relato de mi tercera experiencia con ayuahuasca, pero recordé que ya se me había terminado. De pronto y de la nada, ¡¡¡salió un chico ofreciéndome la mitad de su porro porque según me dijo, ya le había dado sueño y se iba a dormir!!! Lo cual para mí era otro clarísimo regalo del cielo junto con su bendición para inspirarme a concluir mi acuarela, que por supuesto quedó genial gracias a las formas que el magnánimo hachís me permitió descubrir altreando mi percepción...

El caso es que después de recordarles estas dos anécdotas y el hecho de que cuando vivía en Tepoztlán me bastaba con tirar las semillas por allí para que crecieran espectacularmente, mis guías se rieron mucho, me contestaron que ya no era una novata, que gracias a las enseñanzas de los pleyadianos ya sabía perfectamente cómo funcionaban las cosas en la tercera dimensión y que no me hiciera la loca, que mis experiencias siempre confirmarían mis creencias y que no era el cielo sino yo misma quien me la regalaba al no ponerle la menor traba, ya sea consciente o inconscientemente...

Me aseguraron que comenzaría a entenderlo todo en cuanto abandonara mi berrinche y estuviera en una actitud receptiva y de sincera apertura, o sea, considerando aunque sea levemente la posibilidad de que la marihuana no siempre es lo máximo.

Por supuesto me dejaron callada con esta respuesta y otras pistas que me dieron acerca de mi limitado concepto de la felicidad. De tal suerte que eventualmente tuve la apertura necesaria para recibir mi primera información negativa respecto al uso reiterado de la marihuana: una maestra de Reiki me dijo que yo tenía el sexto chakra obstruido y me recomendó que leyera el libro Manos que curan de Barbara Brennan. Ya sabía algo sobre los chakras, pero no había profundizado en este apasionante tema (ver más al respecto en chakras y psicoactivos). Leyendo este libro comencé a darme cuenta de que los psicoactivos tenían efectos acumulativos sobre la anatomía sutil y podían llegar a ensuciar y obstruir el libre flujo de la energía (ver más al respecto al final de Mi novena experiencia con la abuela ayahuasca).

Poco después otra amiga me prestó el libro Médicos del Cielo donde se hacía referencia a las entidades del bajo astral que se pegan al cuerpo etérico de los consumidores de marihuana; luego una compañera de un curso me dio otro libro, Usted y la eternidad de Lobsang Rampa, que confirmaba esta afirmación y ofrecía más datos al respecto. Entonces recordé que efectivamente aunque en esos momento no sabía de qué se trataba, durante mi última etapa viviendo en la Ciudad de México mi amiga Frida y yo tuvimos algunos encuentros espeluznantes con estas entidades a las que nunca vimos pero sí percibimos. Afortunadamente todo esto ceso por completo cuando me fui a vivir al ashram de Tepoztlán y nunca más me ha vuelto a ocurrir.

Por último, ahora que regresé a México a visitar a mi familia y terminar esta web, se me ocurrió leer un libro que había comprado en mi primer viaje a Ámsterdam y por "alguna extraña razón" había olvidado aquí: Further dimensions of healing addictions de Donna Cunningham y Andrew Ramer.

Conforme fui leyéndolo se fueron acomodando muchas piezas de mi rompecabezas mental. Por ejemplo, entendí por qué había soñado aquellas escenas de los ambientes turbios de compra del hachís. Según los autores, a nivel energético, cada sustancia está cargada con los patrones de las ondas cerebrales de quienes han entrado en contacto con ellas, por eso: "las sustancias que son ilegales, traen con ellas el miedo, el odio, la energía de explotación de todos aquellos que están involucrados" (46). Creo que esto es lo que estaban tratando de advertirme en los sueños de Vipassana: que en algún lugar lejano a mi conciencia estaban depositadas estas energías...

Y bueno, el caso es que al final de la lectura entendí perfectamente por qué había reprobado la prueba de la marihuana.

En primer lugar era la candidata ideal para sentirme atraída por esta herramienta de poder pues tenía una configuración aural esquizoide, según la define Barbara Brennan, o sea, obstrucción de los primeros chakras, considerable apertura de los superiores y tendencia a "salirse del cuerpo" a tal grado que la columna vertebral llega a desviarse (en mi caso la desviación es leve pero evidente), lo cual inclina al posedor de esta configuración aural a "no tocar de pies al suelo" e interesarse por cuestiones espirituales, más como un escape que como un camino concreto, mientras no se reparen los chakras inferiores.

En segundo lugar cumplía con todas y cada una de las condiciones que enumeraban Cunningham y Ramer:

  • un chakra raíz muy débil;
  • ningún tipo de ancla o enraizamiento laboral, familiar ni conyogual, jugando el rol permanente de estudiante o aprendiz;
  • problemas para salir del estado de sueño, pues siempre me enojaba mucho al despertar y debía pasar un buen rato antes de que "estuviera aquí" y regresara a mí el buen humor, algo muy típico de las personas con trastornos ciclotímicos;
  • estaba comenzando a recibir información psíquica y enseñanzas en mis sueños y tenía miedo de traerla hacia mi conciencia de vigilia y ponerla en práctica;
  • tenía recuerdos de al menos una vida pasada en la que había hecho uso de plantas de poder en el entorno chamánico andino, lo cual, según los autores predispone a las personas a abusar de los psicoactivos por tener un recuerdo genético de lo que en otro entorno y en otras circunstancias hicieron por nosotros y por nuestra comunidad estas herramientas de poder;
  • y por último tenía miedo de hablar o canalizar mi visión por otra vida pasada en la que fui a dar a la hoguera acusada de bruja, por lo que en esta vida, inconscientemente, estaba buscando agentes externos para mantener cerrado mi chakra de la garganta y asegurarme de que esta vez no me quemarían de nuevo por expresar mis ideas.

Esto último lo averigüe de una forma muy curiosa y que tiene mucho qué ver con esta investigación. Durante mi primer viaje a Barcelona busqué a Josep Maria Fericgla para entrevistarlo. Por cuestiones de tiempo me dijo que lo acompañara y lo entrevistara camino a Sabadell donde esa tarde daría una conferencia sobre las plantas psicoactivas que usaban las brujas. Muy obediente y agradecida lo acompañé y lo entrevisté.

Cuando llegamos a Sabadell me enteré de que ese día se conmemoraba el aniversario de la inquisición de tres brujas que fueron condenadas a muerte. Yo estaba inusualmente nerviosa y cuando Fericgla comenzó a hablar y explicar algo (ni siquiera sé qué cosa porque entonces aún no entendía bien el catalán), de repente me dio un ataque de tos tan fuerte que me estaba ahogando, además de estar interrumpiendo ostensiblemente la charla.

Entre la vergüenza y el miedo de estarme ahogando, salí corriendo a buscar un baño. Traté de tomar agua pero cuando me encontré frente al espejo llorando, no me vi a mí ahora, sino hace cerca de 400 años, cuando lloraba y tosía amarrada.

Inmediatamente después me tranquilicé y se terminó el ataque. Estaba segura de que las cosas por algo pasan y acababa de tener una visión del pasado cuyo significado entendería más tarde.

Lo más curioso del asunto es que esa noche, cuando se lo platiqué a mi tía Angélica que también andaba en Barcelona por esas fechas, ella y las personas que la acompañaban me comentaron asombradas que a la misma hora mi tía también había sufrido el mismo ataque de tos ¡pero enmedio del departamento de zapatos del Corte Inglés! Así es que terminamos riéndonos y especulando quién habría sido la tercera bruja de Sabadell...

Trabajando activamente con mis sueños ya me había dado cuenta de que investigar y escribir sobre las drogas me encanta y no tengo ningún problema, pero cuando se trataba de publicar o hablar con gente desconocida sobre el tema, me ponía bastante nerviosa... y cuando me tocaba hablar al respecto con personas intolerantes o incrédulas, de plano me ponía furiosa o me quedaba muda y era incapaz de explicar nada.

Así es que también cumplía con la última característica que anotan Cunningham y Ramer como detonante del abuso de cualquier tipo de psicoactivo: la imposibilidad de llevar a cabo tu visión.

Desde hace tiempo sé que en esta primera etapa de mi vida me toca coadyuvar a rescatar y difundir el antiguo conocimiento de la utilización de las plantas sagradas, a pesar de todas las obstrucciones que me autogenero en función de mis distintos miedos.

Por ejemplo: regresar con Gaspar Fraga, el director de la revista Cáñamo, a quien admiré profundamente cuando lo entrevisté. Tiempo después le pasé el primer borrador de la entrevista para que me lo aprobara antes de publicarlo en el supuesto libro que terminó siendo esta web. No me lo aprobó porque contenía algunas cosas que ya habían caducado y otras que no le acabaron de gustar. Entonces quedamos en que cuando regresara a Barcelona lo entrevistaría de nuevo. Pero ahora que mi pensamiento sobre la marihuana ha cambiado tan radicalmente como lo ha hecho, no sé qué actitud tomar al respecto, no sé cómo podría explicárselo a él y sólo por eso no he sido capaz de ir...

Me imagino que cuando me encuentre en su oficina y me ofrezca su porro mientras charlamos de nuevo frente a la grabadora, no sabré decirle por qué esta vez no puedo aceptarlo... Pienso que cuando comience a hablarle de cuerpos sutiles, chakras, sueños, entidades del bajo astral y vida pasadas, me pondrá los mismos ojos de plato que me puso su amigo Felipe Borrallo cuando le pregunté si tenía un libro de John Lilly y me dirá algo similar a lo que él me dijo: que en su librería "no se vende ciencia ficción, sino textos científicos sobre la consciencia y los psicoactivos"...

Durante los sesentas John Lilly fue un pionero al hablar por primera vez en un ambiente académico de cosas tan interesantes como los mensajes de sus guías y los peligros de no desactivar los programas autodestructivos que pueden guardar nuestras mentes antes de aventurarnos a experimentar con sustancias como la LSD. Y sufrió el rechazo y la exclusión, la neo inquisición académica digamos, que lo etiquetó como desequilibrado mental y lo dejó marginado. Justo por este tipo de temores no le comenté nada a Josep Maria Fericgla acerca de lo que reviví durante su conferencia y todavía no sé si algún día tendré oportunidad de hacerlo...

Seguro Fericgla me hubiera comprendido. Quizá Gaspar Fraga nunca reaccionaría como me alucino y pobablemente Felipe Borrallo haya leído bastante de psicología transpersonal y todos piensen de una manera diferente a lo que mi paranoia me dicta, pero seguramente no lo averiguaré hasta que termine de despejar el bloqueo de mi chakra de la garganta y me atreva a charlar de nuevo con todos ellos...

De hecho, según Barbara Brennan, la evolución es un juego en el que todos ganan y cada uno de nosotros tenemos una misión específica que cumplir y el camino para lograrla pasa por la superación paulatina de todas nuestras limitaciones personales para poder entregar nuestro regalo al mundo.

He repetido innumerables veces, desde que lo leí, que etimológicamente el significado de droga o fármaco significa ambas cosas, remedio y veneno a la vez, y que dependiendo de cómo y con qué frecuencia lo usemos funciona como una cosa o como la otra. Y aún así, reprobé la prueba de la marihuana porque no supe ver la delgada línea que separaba el remedio del veneno.

Espiritualmente aprendí que el miedo de expresar y traer a la realidad mis ideas para materializar mi visión es lo que me llevó a buscar precisamente el psicoactivo que en un principio me ayudó a abrir los chakras que más tenía afectados. Y como no aproveché esa oportunidad en la que la marihuana actúo como remedio para tomar impulso y abandonar mis miedos dándole gracias por su ayuda y despidiéndome a tiempo de ella; lo que ocurrió es que se convirtió en un obstáculo porque me enganché a seguir fumando y no sólo regresé al punto de partida añadiendo la carga de una dependencia a mi vida, sino que contribuí a bloquear aún más mis chakras alejándome más de mi visión.

Una de las lecciones más importante que he sacado de mi adicción a la marihuana es que, como bien señalan Donna y Andrew, suspender el consumo no es suficiente para poder recuperar la armonía, sino que además hemos de aprender la lección espiritual que hay detrás de cualquier adicción y reparar el daño que el abuso ha ocasionado tanto en el cuerpo físico como en los cuerpos sutiles. Y justamente en eso estoy ahora, investigando cómo reparar ese daño y probando distintas técnicas.

En los primeros chakras ya he mejorado significativamente, en el quinto más o menos y en el sexto creo que aún me falta bastante... Ya estoy echando raíces, me he casado con Joan Ramon, he encontrado una forma mucho más estable de ganarme la vida compartiendo mis conocimientos acerca del trabajo con sueños y ahora estoy empezando a hacer lo propio con las plantas y sustancias psicoactivas y otros temas relacionados con la espiritualidad, cuyos conceptos poco a poco estoy comenzando a aterrizar en mi vida cotidiana...

Y bueno, si estás leyendo estas páginas y puedes sacar algún provecho de ellas, significa que ahí la llevo y voy por buen camino...

Espero de corazón que así sea.

INLAKESH

 

 

FUENTES DE CONSULTA ACERCA DEL CÁÑAMO Y SUS DERIVADOS

1. Anónimo: El Rig Veda, CNCA, Col. Cien del Mundo, México, 1989 .

2. Anónimo: Las mil y una noches, Tomo II, Ediciones 29, España, 1988.

3. ARSEC: Cannabis: Manual de cultivo para el autoconsumo, Asociación Ramón Santos para Estudios del Cannabis, Barcelona, España, 1999.

4. Astorga, Luis: El siglo de las drogas, Espasa-Calpe, México, 1995.

5. Azuela, Rodrigo y Arnaldo Vidal: Análisis psicológico y social de la Cannabis, tesis de licenciatura en psicología, UNAM, México, 1995.

6. Baudelaire, Charles: Los paraísos artificiales. Acerca del vino y del hachís, Fontamara, México, 1994

7. Brau, Jean Luis, Historia de las drogas, Bruguera, España, 1973.

8. Burroughs, William: "Di no a la histeria de las drogas", en Drogas: la prohibición inútil, Milenio, México, 1996.

9. Cáñamo, "revista oficial de la cultura del cannabis", varios números, editada en Barcelona, España.

10. Connell Clarke, Robert: Marijuana botany, Ronin Publishing, Inc. USA, 1981.

11. Conrad, Chris: Cannabis para la salud: Sus aplicaciones en medicina y nutrición, Martínez Roca, 1998, España

12. Dornbierer, Manú: La guerra de las drogas, Grijalbo, México, 1990.

13. Dumas, Alejandro: El Conde de Monte-Cristo, Porrúa, México, 1980.

14. Escobedo, Mariana: "Legalizar la marihuana: muerte al narcotráfico", Generación, México, sep-oct de 1994.

15. Escohotado, Antonio: El libro de los venenos: Guía de drogas, las lícitas y las otras, Ómnibus-Mondadori, España, 1990.

16. Escohotado, Antonio: Historia General de las Drogas, Tomo II, Alianza, España, 1995.

17. General Information about hemp as a drug, Mind's High (Internet)

18. Ginsberg, Allen: "First manifesto to end the bringdown" en The marihuana papers, New American Library, 1968.

19. Grinspoon, Lester y James Bakalar: Marihuana, la medicina prohibida, Paidós, España, 1998.

20. Grispoon, L. Reconsideración de la marihuana, Extemporáneos, México, 1973.

21. Heffern, Richard: Secrets of Mind-altering plants of Mexico, Pyramid Books, USA, 1974.

22. Hemp For Victory Text Version of a film produced by the U.S. Department of Agriculture to promote hemp production for the war effort. (Internet).

23. Herer, Jack: El emperador está desnudo: el cáñamo y la conspiración de la marihuana, Castellarte, 1999, España.

24. High Times, revista especializada en el cultivo de la marihuana y otros temas relacionados con el ámbito de drogas psicoactivas, varios números, editada en Estados Unidos.

25. History of Marihuana Legislation, The Report of the National Commission on Marihuana and Drug Abuse (Internet).

26. Hitti, Phillip K. "The assassins" en The book of grass, Hyperreal (Internet).

27. Iglis, Brian: Marihuana y otras hierbas: Del consumo libre a la prohibición, Tikal, 1994, España.

28. Kitzinger, Sheila: "The Rastafari cult of Jamaica", Journal of Scientific Study of Religion, USA, 1965.

29. Las Naciones Unidas y la Fiscalización del uso indebido de drogas, ONU, Nueva York, 1990.

30. Manual de identificación de estupefacientes y psicotrópicos, Instituto de Capacitación de la PGR, México, 1994

31. McKenna, Terence: El manjar de los dioses, Paidós, España, 1993.

32. Owen, Peter: "The Hashish Club", en Anthology of Drug Literature, 1975 (Internet)

33. Paracelso: Botánica oculta. Las plantas mágicas, Kier, Argentina, 1975.

34. Polland, M. "Marijuana in the 90's", The New York Times Magazine, USA, February 19, 1995.

35. "Rechaza el Senado de EU uso legal de marihuana", Periódico Reforma, México, 3-XII-96.

36. Rius: "Nuestra mejor planta productiva", revista El Chamuco, no. 8, México, junio de 1996.

37. Schroeder, Richard: El mundo de las drogas, Edamex, México, 1993.

38. The history of Cannabis, The Lindesmith Center (Internet).

39. The Lycaeum Drug Achives (internet: http://www.lycaeum.org/)

40. Weil, Andrew & Winifred Rosen: "marihuana" en Del café a la morfina, Integral, Barcelona, 1993.

41. Piñeiro, Juanjo: Psiconautas, exploradores de la conciencia, La liebre de marzo, Barcelona, 2000.

42. Almendro, Manuel: "Método revolucionario para curar toxicómanos", Revista Más Allá, 1998.

43. Brenna, Barbara Ann, Manos que curan, Ed. Martínez Roca, Barcelona, España, 1990.

44. Brennan, Barbara Ann, Hágase la luz, Ed. Martínez Roca, Barcelona, España, 1994.

45. Cunningham, Danna y Andrew Ramer: The Spiritual dimensions of healing addictions, Cassandra Press, CA, USA, 1986.

46. Cunningham, Danna y Andrew Ramer: Further dimensions of healing addictions, Cassandra Press, CA, USA, 1988.

47. Lebrun, Maguy: Médicos del cielo, médicos de la tierra, Ed. Luciérnaga, España, 1990.

48. Rampa, Lobsang: Usted y la eternidad, Ed. Troquel, Buenos Aires, 1964.

49. British Medical Journal, november 2002, UK, reseñado en El País, España, 23 de noviembre de 2002.

50. Iversen, Leslie: Marihuana, conocimiento científico actual, Ariel, Barcelona, 2001.

 

 

 

Enlaces dentro de Mind-Surf:

La entrevista que le hice a Felipe Borrallo, presidente de la Asociación Ramón Santos Para Estudios sobre el Cannabis.

La entrevista que le hice a Gaspar Fraga, director de la revista Cáñamo.

Enlaces fuera de esta web:

Asociación Ramón Santos Para Estudios sobre el Cannabis (ARSEC):
http://www.pangea.org/org/arsec

Revista Cáñamo: http://www.canamo.net

El invernadero
http://elinvernadero.cjb.net/

KannaWeb

http://www.geocities.com/Eureka/Park/3000/

Cannabis.com.ar
http://www.cannabis.com.ar/

Hazte un porro ¡YA!

http://www.geocities.com/SunsetStrip/Cabaret/9355/

Yahooka
http://www.yahooka.com/

Cannabis Café Forums

http://www.cannabiscafe.com/ubb/

Cáñamo España

http://personal.redestb.es/caesp00/infomain.html

Solo Cannabis

http://www.solocannabis.com/
Cannabis.com

http://www.cannabis.com/
Cannabinoid

http://www.cannabinoid.com/

Para facilitar su descarga esta página está dividida en tres partes. Esta es la tercera
Regresar a la primera parte
 Ir a la siguiente página: hachís
Regresar a: El cáñamo de las Indias