Psicoactivos y Chakras
 
 
Drogas de diseño

En el caso de las llamadas drogas de diseño, Danna y Andrew aseguran que producen efectos esencialmente en el chakra del tercer ojo o chakra del entrecejo y que no resulta casual que estemos usándolas como un anticipo de lo que ha de venir próximamente en el camino de la evolución humana y que concierne con la apertura de este chakra:

En cincuenta años más, todo el mundo trabajará en los niveles sutiles; todo el mundo canalizará. Nos estamos volviendo más y más sutiles. Entonces nos moveremos de sostener amatistas con las manos a sostenerlas en los niveles internos, de usar esencias florales a simplemente entonarnos con las flores. Para hacer este cambio, necesitamos trabajar con herramientas como la meditación que altera la conciencia...

Es interesante que usemos estas dos palabras, "recreativas" y "de diseño" para describir las drogas más populares del momento. La recreación trata de la fluidez y el diseño del orden, y nos recuerdan nuestra necesidad de crecer encontrando maneras más fluidas de vivir en un plano más alto del orden cósmico...

Sin embargo, una cultura que honra el cuerpo como la primera creación artística del alma encuentra maneras distintas que las químicas para hacer alteraciones en la estructura física. Cuando recuerdas que el alma crea al cuerpo, puedes comenzar a recrearlo... Cuando honras tu atracción hacia estas sustancias como algo que viene de la necesidad de despertar y activar más este chakra, puedes hacerlo espiritualmente en lugar de químicamente... (4)

También en el caso de este tipo de psicoactivos, aseguran que hay una conexión con nuestro nuevo y recién despertado chakra del timo:

Inicialmente estas drogas estimulan este centro, pero en un corto periodo de tiempo, deprimen su frágil nuevo funcionamiento... dañando el chakra y la glándula del timo, inhibiendo con ello el sistema inmunológico del cuerpo... Como un niño puede quemarse las manos cinco años antes de estar listo para aprender a cocinar con él, así mismo estamos quemándonos ahora con los químicos que hemos creado. (4)

Otra desventaja que encuentran debido al uso prolongado de las drogas de diseño es que:

Desafortunadamente, ninguna droga te ayuda a ver libremente lo que puedes ver a través del tercer ojo cuando está despierto.

La estructura química de las drogas da forma a la experiencia justo en el momento en que estás listo para comezar a experimentar y explorar estados más fluidos de conciencia. El efecto de los químicos imita las ondas cerebrales alteradas necesarias para tales experiencias. Las luces, el sonido y otras formas de tecnología no químicas son mucho más efectivas para llevar a cabo estos cambios que las drogas. De hecho, puedes desarrollar de una manera más natural esos patrones de onda através de la meditación e incluso de la fantasía...

Por ejemplo, aunque nadie puede enseñarte cómo, es posible alterar tus ondas cerebrales para repetir los patrones creados por cualquier sustancia a la que has estado habituado, desde café hasta qualudes. Estudiando tus recuerdos puedes ver y sentir cómo son esas ondas cerebrales y decirle a la parte de tu cerebro que las conoce tan bien que simplemente las recree. Algunos de estos patrones, sin embargo, causan disfunciones con largo tiempo de abuso...

Ciertas drogas suprimen las ondas cerebrales de forma que puedes saltar más allá de ellas, saltar fuera de esa estructura particular. Tú puedes, con práctica -y nadie puede enseñarte cómo- comenzar a jugar con tus ondas cerebrales sin químicos, aprendiendo cómo moverte de los patrones ásperos generados por la vida estresante hacia patrones más suaves, más eufóricos. (4)

Drogas manufacturadas

En el caso de los sedantes hipnónicos, que llaman genéricamente depresores y de las amfetaminas y otros químicos simialres que llaman genéricamente estimulantes, Danna y Andrew aseguran que producen efectos esencialmente en el chakra del tercer ojo y el chakra del corazón.

Aunque algunas de estas drogas drenan la energía hacia los chakras inferiores y algunos la llevan hacia arriba, la mayoría de ellos afectan el chakra cardiaco, porque circulan en la corriente sanguínea y afectan al corazón mismo. Con el tiempo los químicos sintéticos dañan todos los chakras, dificultando que funcionen individualmente o en concierto. Estas sustancias también dañan el aura y los cuerpos sutiles más rápido que cualquier otra sustancia adictiva separando las capas, lo que crea espacios en los que las energías externas pueden quedar atrapadas. También causan pulsaciones irregulares y ritmos staccato en el flujo de energía de los meridianos. (4)

Hablando de las frecuencias artificiales de estas drogas y de sus efectos sobre los ritmos naturales de los cuerpos energéticos, los autores advierten que estas frecuencias insanas se "contagian" a los campos energéticos de las personas que los consumen:

Una de las razones de que los sanadores y trabajadores de salud que trabajan con adictos (o esquizofrenicos o personas retardadas) acaben "quemados" es que sin que lo noten concientemente, comienzan a tomar e imitar los turbados patrones de ondas cerebrales de las personas con las que están trabajando. Si trabajas con personas adictas, en recuperación o en otras etapas, necesitas limpiar tu aura y tus chakras diariamente...

También necesitas protegerte a ti mismo mientras trabajas con una burbuja de luz, usando un cristal que limpies diariamente o quizá utilizando una coraza o casco de luz que cubra tu chakra del entrecejo y tu chakra coronario (Esta clase de protección, de hecho, era parte de la utilidad de los cascos de las armaduras.)

Tú puedes, con práctica -y nadie puede enseñarte cómo- comenzar a jugar con tus ondas cerebrales sin químicos, aprendiendo cómo moverte de los patrones ásperos generados por la vida estresante hacia patrones más suaves, más eufóricos. Incluso puedes alterar las ondas de pensamiento de las personas que están alrededor de ti, aprendiendo a sincronizar con ellos, unirte a ellos y luego cambiarlos. Esta técnica tiene implicaciones en la sanación de esquizofrénicos, epilépticos, y otros cuyo destress ha provocado alteraciones disfuncionales de las ondas cerebrales. Los delfines hacen esto naturalmente, como una forma de unión, comunicación y placer. (4)

Andrew y Donna advierten que el cuerpo humano durante milenios, únicamente ha estado habituado a consumir plantas o drogas directamente derivdas de las plantas y que por simples razones evolutivas, aún no está preparado para absorber los químicos hechos por el hombre, que le resultan todavía más dañinos:

La razón es que sin el soporte de los otros ingredientes, el cuerpo no puede procesar las drogas tan bien como puede hacerlo con las plantas... Por ahora, la introducción en el cuerpo de sustancias manufacturadas, desde aditivos de comida y medicinas hasta drogas adictivas, de hecho sirve a una función evolutiva. Sin embargo no se puede pretender que el cuerpo condicionado durante millones de años desarrolle en dos o tres generaciones la capacidad de llevar a cabo la absorción de sustancias manufacturadas...

Las drogas manufacturadas afectan el cuerpo físico y los cuerpos sutiles en una manera mucho más disruptiva. Sus frecuencias reentonan el cuerpo de maneras artificiales e insanas. A pesar de ello, estos productos químicos tienen ciertas funciones positivas en el plano evolutivo, pero como el resto del los medicamentos, si no son abusados... (4)

Según los autores durante generaciones y generaciones hemos cambiado de una manera muy lenta, sin embargo:

Todo está cambiando en la Tierra ahora, y más rápido que nunca antes en ningún otro tiempo de la historia humana. Así es que no debe sorprender que nos volvamos hacia las drogas para que nos asistan en estos cambios... Es imposible contar el número de personas que son adictas a las píldoras que ofrecen cambiar nuestros estados anímicos o las píldoras de dieta que ofrecen cambiar el apetito y nuestros cuerpos. Y es imposible contar el número de personas con múltiples adicciones a sustancias que comenzaron todas como herramientas de poder para cambiar. Muchas de estas sustancias son legales y se ofrecen en los estantes de las farmacias... Muchas son legales pero sólo con la prescripción de un doctor. Y la naturaleza del sistema médico es tal que hay un gran abuso de estas substancias... Es curioso que muchas de estas drogas tengan una capacidad más fuerte de destrucción sobre el cuerpo y la mente que muchas sustancias ilegales. La sociedad piensa que si las consigues de un doctor son buenas, aún cuando te enganches con ellas, pero si las compras en el parque no lo son. (4)

 

Traducción del capítulo sobre drogas manufacturadas del libro de D. Cunningham y A. Ramer *

LAS DROGAS MANUFACTURADAS
Y LA VISIÓN COLECTIVA

Las tres categorías más comunes de la adicción a las drogas manufacturadas son las amfetaminas, los tranquilizantes y la metadona. Las mujeres, debido a su particular papel en nuestro mundo en estos momentos, tienen el más alto porcentaje de uso y abuso de tranquilizantes, muy a menudo originado por prescripción médica. Hasta que las leyes cambiaron, también usaron y abusaron, nuevamente con la colusión médica, de las pastillas para adelgazar como una herramienta de poder para crear los cuerpos delgados que la sociedad insiste en que debemos tener para ser aceptables.

Hasta tiempos recientes todas las sustancias adictivas estaban hechas de sustancias naturales o refinadas a partir de ellas. Sólo a partir de los pasados doscientos años los llamados ingredientes activos de las plantas y minerales fueron aislados y después reproducidos químicamente en laboratorios. El azúcar, la heroína y el alcohol se preparaban a partir de las plantas y de productos derivados de las plantas, mientras que las píldoras para adelgazar, los tranquilizantes y otras drogas similares son manufacturadas.

Durante millones de años, el cuerpo humano ha estado ingiriendo sustancias naturales como alcohol e incluso éstas pueden dañar el cuerpo. Aún no ha tenido tiempo de aprender a absorber los químicos hechos por el hombre, que son más dañinos. Junto con los llamados ingredientes activos de las plantas, hay otras numerosas sustancias, no tan activas, que también están involucradas en los efectos de la planta. Estos ingredientes incluyen minerales y elementos que apoyan la asimilación del producto por el cuerpo. Al recrear los ingredientes activos en los laboratorios, los científicos han creado drogas muy poderosas y útiles, pero tienen numerosos efectos secundarios, algunos profundos y otros sutiles. La razón es que, sin el soporte de esos otros ingredientes menores, el cuerpo no puede procesar esas drogas tan bien como los productos de las plantas. Las sustancias faltantes son como las pequeñas muescas de una llave. Sin ellas, la puerta no se abre.

Las drogas manufacturadas afectan los cuerpos físicos y sutiles de una manera mucho más perjudicial. Sus frecuencias resintonizan el cuerpo de maneras artificiales e insanas. A pesar de ello, estos productos químicos tienen ciertas funciones positivas, tanto como medicamentos, si no se abusa de ellos, como en un plano evolutivo. Son señales que apuntan hacia la dirección que necesitamos ir para cambiar. Entre más nos neguemos a cambiar y más neguemos esa dirección, más fuerte será el poder de las herramientas de poder que crearemos y más destructivas serán.

Las drogas químicas y la visión colectiva

¿Por qué está teniendo lugar en el mundo esta epidemia de adicciones? ¿Qué está pasando que las culturas se niegan a sí mismas acceso a la sanación y a la visión? ¿Cómo podemos explicar la clara necesidad de elegir experiencias tan terribles y dolorosas como las adicciones? ¿Qué es lo que está pasando que ocasiona que las antiguas herramientas de poder sean repetidamente abusadas por innumerables masas de personas? Algunos dirían que es un signo de lo enfermos que estamos, de lo degradados, corruptos, contaminados e incluso innaturales que nos hemos vuelto. Algunos dirían todo esto y lo dejarían allí, refunfuñando acerca del terrible estado en que se encuentra el mundo, tan impío, tan falto de sacralidad.

No es así. Cuando la gente hace nuevas drogas más poderosas y destructivas de lo que nunca antes se ha visto, es un signo de que tan grandes, qué tan nunca vistos, poros y sagrados son los lugares a los que un grupo de personas está a punto de entrar. Nunca el miedo es tan grande como cuando algo grandioso y nuevo está a punto de nacer. El niño que aún no ha nacido dispara el proceso de parto al liberar hormonas en el cuerpo de la madre. Las hormonas son químicos, las nuevas drogas son químicos y se puede abusar de los químicos. Todo debe existir en un estado de equilibrio. Lo que está mal es el abuso, no el químico.

Aquellos que son identificados como adictos, no son más que la vanguardia de los movimientos de nuestra sociedad. Lo que ellos hacen en demasía, el resto lo hace en menor grado. Las drogas sintéticas son un síntoma del momento. Están en todas partes: en la comida, la aspirina, las píldoras de control de la natalidad, en los llamados medicamentos. Cualquiera que tome algo de esto es un usuario de químicos. Un usuario de químicos puede volverse a un adicto a esos químicos. Lo que los adictos hacen de más, lo hacen porque en la unidad que formamos todos, así lo deseamos. Entraréis en mundos tan nuevos, que debéis crear nuevas formas de ayudaros a verlos.

Los adictos a las drogas son los soldados de la línea de frente de este movimiento, los que exploran el terreno, los que reciben los tiros primero. La historia encarnacional de numerosos adictos a las drogas es de muchas vidas como soldados. En estos momentos hay mucho más guerreros encarnados que guerras en las cuales combatir. Ellos son usados en condiciones de batalla, viviendo en trincheras, perdidos en limbos, usando sustancias para calmar el dolor, el miedo y el hambre. La vida de un adicto a las drogas duras es una vida dura y la mayoría de nosotros no podría soportarla ni una semana, pero estos soldados/adictos están tan acostumbrados a ellos que pocas veces les parece un trabajo duro. Muchos de los veteranos de Vietmnam que tuvieron problemas con adicciones durante la guerra y después de ella, caen en esta categoría.

Sin embargo, para muchos de los adictos a las drogas sintéticas (y también a la cocaína), el karma no se trata de vidas pasadas, sino de vidas futuras, vidas tan distintas a la actual que las drogas sirven como herramientas que los preparan para ellas. Tal como puedes usar los ejercicios del capítulo dos para recordar tus vidas pasadas, también puedes usarlos para recordar vidas futuras. El tiempo es más intrincado de lo que podemos percibir y puedes recordar el futuro tanto como recuerdas el pasado.

Las personas que se sienten atraídas hacia las drogas químicas no son sólo o no son primariamente aquellos con su propia visión de la nueva vida que está por venir. Ellos están respondiendo a la visión colectiva, incluso a la decisión colectiva, que todas las almas humanas de este planeta están preparándose para llevar a cabo. Ellos sienten débilmente la atracción hacia la expansión externa de unirnos con todo el universo en sus varias dimensiones. Las personas que se sienten atraídas hacia estas drogas son aquellos que subliminalmente perciben lo rápido que esta nueva forma de vida está luchando por tener lugar.

En respuesta a lo que perciben, anhelan ver más, oír más, hacer más. Los cinco sentidos ya no son suficientes para abarcar todo lo que sentimos que es posible, ni el sexto sentido, que alguna vez estuvo fuertemente despierto en nosotros, aunque ahora esté atrofiado por la falta de uso. Hay un séptimo e incluso un octavo sentido en los cuerpos que ultimadamente nos llevará fuera del planeta. Sin embargo, las drogas no pueden crear realmente esos sentidos que no existen más allá de la forma potencial. No, ellas sólo simulan una apariencia fantasmal de éstos que deja al usuario entristecido y anhelando más: colores fuera del espectro que podemos ver, sonidos más allá del alcance auditivo que podemos oír y sensaciones para las cuales nuestros lenguajes aún tienen que desarrollar la capacidad de describir. De forma similar, sonidos indescriptibles para aquellos profundamente sordos de nacimiento, colores inimaginables para aquellos que nacieron totalmente ciegos.

El papel de las drogas químicas en la evolución

Una de las razones por las cuales continuamos haciendo nuevas drogas es porque las antiguas no funcionan. Nuestra evolución es ahora tan rápida, que ninguna droga funciona durante mucho tiempo. En el transcurso de este siglo hemos evolucionado inmensamente. Las guerras, la violación al planeta, han sido una indicación de esa evolución. Alguna vez fue más funcional ser un alcohólico o un adicto al opio porque esas herramientas funcionaban mejor que ahora. El alcohol ya no trabaja tan bien, ya no te lleva a los estados de embriaguez/euforia a los que llevaba antes. El alcohol ha quedado obsoleto como respuesta a las necesidades actuales.

Lo que necesitamos ahora es prepararnos para vivir fuera del planeta. Los ancestros de los esquimales no aprendieron a vivir en el frío de la noche a la mañana, al igual que nuestros descendientes no serán capaces de vivir en otros planetas de la noche a la mañana. Primero necesitamos aumentar la limitada base de sustancias químicas que pueden ser absorbidas por el cuerpo humano de forma que las personas puedan funcionar en ambientes radicalmente diferentes en el futuro. Substancias que aquí son manufacturadas, bien pueden aparecer como naturales y orgánicas en otros planetas. Los químicos que las “descubrieron” pueden estar recibiendo su inspiración accediendo al inconsciente universal. Parte del proceso es la introducción gradual en nuestros cuerpos de sustancias creadas artificialmente.

En cierto sentido, en esta fase de la evolución no hay nada que los humanos podamos crear, por muy artificial que parezca, que no proceda de la tierra. En este punto no hay sustancias innaturales. Todo es creado a partir de algo más. Por ejemplo, el plástico procede del petróleo que alguna vez provino de los bosques. En otros planetas y en otros tiempos, esta limitación en las sustancias no será el caso, pero así es para nosotros ahora. Es posible crear algo de la nada, algo del pensamiento, pero no aquí y no todavía.
Por ahora, la introducción en el cuerpo de sustancias manufacturadas, desde aditivos alimenticios y medicinas hasta verdaderas drogas adictivas, sirve a una función evolutiva. Sin embargo, no puedes esperar que un cuerpo condicionado durante millones de años desarrolle en dos, tres o incluso cuatro generaciones, la capacidad de realizar la absorción química de sustancias manufacturadas. Alguna parte de cada adicto sabe que en cierto nivel es importante, útil y expansivo probar píldoras e ingerir otras sustancias manufacturadas. Pero Roma no se hizo en un día y no se puede esperar que el cuerpo humano cambie de la noche a la mañana y absorba estas sustancias químicas sin sufrir daños.

Por eso es importante, simplemente, honrar la sabiduría en ti que sabe que esas sustancias químicas son útiles. Y luego, no usarlas internamente. Debido a la extrema absorbencia de las palmas de tus manos, es mucho más útil, en el esquema evolutivo de las cosas, sostener en ellas los depresores, los estimulantes y otras drogas manufacturadas que ingerirlas. Al sostenerlas puedes alterar tus ondas cerebrales y tu estructura genética sutil lo suficiente. Después de varias generaciones de esos cambios, comenzaremos a producir vástagos cuyas capacidades de absorción sean mucho más amplias que las nuestras ahora. Así es que, si has sido adicto a las píldoras, honra la sabiduría de ti que reconoce su utilidad y honra, humildemente, la parte de ti que tiene un sentido del tiempo dislocado. No eres tu tátara tátara nieto. Déjale las píldoras a ellos.

Además vivimos en una cultura que insiste en las gratificaciones instantáneas. Cuando se trata de una cuestión de visión personal, ya sea de estado de ánimo, emoción o peso corporal, encontramos más fácil tomar válium o píldoras dietéticas que hacer la clase de trabajo interior que erradique la causa del problema. Lidiamos con los síntomas en lugar de lidiar con la causa. Terminamos atrapados entre estimulantes y depresores para cambiar los estados de ánimos sobre los cuales no creemos tener control. Terminamos enganchados con las píldoras dietéticas para cambiar el peso sobre el cual sentimos no tener control. O nos enganchamos a los valuims y a los qualudes o a cualquiera de las sustancias químicas a las que nos referimos aquí de forma indistinta. Varían en composición, pero no en la insensibilidad de nuestros cuerpos para manejarlos.

Ya sea que nuestra visión sea social o personal, el uso de substancias para profundizar nuestras experiencias es la clave que bajo los efectos de las drogas confundimos con una puerta. Es el ojo de la cerradura que tomamos equivocadamente como puerta hacia la visión total.

Las drogas alteran las percepciones, tal como Alicia descubrió tan bien en el País de las Maravillas, pero muchos de nosotros nos encontramos finalmente en centros de desintoxicación. Y en estos centros, a menudo nos vuelven a drogar, para “sanarnos” de la adicción. Somos víctimas de una cultura que valora el desempeño más que la percepción, la medicación más que la meditación.

El lugar de las drogas sintéticas en la evolución humana

Cada día se crean en nuestros laboratorios nuevas drogas. La mayoría de ellas tienen funciones medicinales, pero alguna de ellas no. Muchas de ellas pueden ser muy adictivas, aunque los alucinógenos o psiquedélicos usualmente no lo son. En general, pueden ser divididos entre los que deprimen el sistema nervioso central, depresores [downers], y los que lo estimulan, estimulantes [uppers]. Las drogas manufacturadas como la cocaína y la heroína tienen un profundo efecto sobre los chakras y los cuerpos energéticos. Estos efectos se deducen muy claramente de los nombres que hemos escogido para ellas.

Los depresores [downers, que significa literalmente “bajadores”] arrastran la energía de los chakras superiores del cuerpo hacia los inferiores. Si te sientes atraído hacia los depresores, te animamos a que realices el trabajo para abrir tus chakras y comiences a alterar tu energía trabajando con ellos. Te sientes atraído hacia estas sustancias principalmente porque estás tratando de arraigarte más en tu cuerpo y en el mundo. Puedes estar luchando con simples temas de la vida cotidiana, relaciones, problemas del hogar, enfermedades corporales o puedes volverte hacia estas sustancias cuando aparecen esa clase de problemas.

Los estimulantes [uppers, que significa literalmente “subidores”] tienen el efecto contrario sobre los chakras, bajan la energía de los centros superiores hacia los chakras inferiores del cuerpo. Si estás usando estas sustancias, probablemente estés luchando con cuestiones profesionales, laborales o vocacionales, o las estás usando cuando necesitas energía y claridad. Pero ultimadamente estas sustancias dañan los chakras y el cuerpo físico, así es que es mucho mejor aprender a trabajar con tus chakras que introducir cualquiera de estas sustancias dentro de tu cuerpo.

Muchas personas alternan su uso de depresores y estimulantes además de utilizar otras sustancias adictivas. Puedes estar tomando estimulantes para comenzar el día y depresores por la noche para simular los ritmos naturales del cuerpo y los ciclos del día. Pero el deseo de funcionar en niveles más altos de energía que los normales y de bajarlos después, daña rápidamente los órganos y los cuerpos sutiles. Y sin embargo, de cierta manera, todas estas manipulaciones químicas son un indicativo de la dirección hacia la cual los seres humanos se moverán de forma natural.

Conforme aprendemos más acerca del cerebro y de la fisiología corporal y más acerca de cómo trabajar con los cuerpos sutiles, evolucionaremos hacia una raza de seres con mucha más resistencia y mucho mayor longevidad de la que podemos imaginar ahora. Así es que, de cierta forma, estas drogas manufacturadas señalan hacia el futuro desarrollo. Son tan verdaderos como la ciencia ficción, bocados de la memoria futura. Son historias que les contamos a nuestros cuerpos. Pero como estamos tan distanciados de nosotros mismos y pensamos que debemos manifestar nuestros sueños inmediatamente y no les dejamos evolucionar, hemos creado sustancias que fuerzan a nuestros cuerpos hacia un futuro para el cual todavía no están preparados y forzamos a nuestras mentes para que recuerden cosas que probablemente aún nos son capaces de manejar.

Conforme los sueños y las visiones se vuelvan parte de nuestra cultura cada vez más, seremos capaces de vivir con los cambios primero como posibilidades y no trataremos de forzarlos hacia su manifestación física antes de tiempo. Las drogas orgánicas tienen sus estaciones, su tiempo de ser cosechadas, secadas o fermentadas. Sin embargo, las drogas sintéticas existen fuera del tiempo, fuera de las estaciones. Tienen la capacidad de enlazarnos con otras conciencias planetarias, pero lo hacen al precio de nuestros cuerpos planetarios actuales. Nos ayudan a movernos a una conciencia temporal y a un tiempo fuera del tiempo. Pero aún no estamos lo suficientemente arraigados en nuestros cuerpos y en nuestras mentes como para ser capaces de manejar estos rápidos cambios, que realmente sólo son un breve avance de los eventos que están por venir.

Queremos un cambio instantáneo y sabemos que es posible, pero aún no hemos conquistado las herramientas internas, espirituales. Así es que hemos inventado píldoras que prometen que nos lo darán: una cura instantánea para los catarros, un cambio instantáneo de apetito y tamaño corporal, un cambio instantáneo de estados de ánimo o niveles de energía, y todos trabajan bien, pero sólo por un instante.
La conciencia terrestre ha sido sembrada por guías y visitantes de muchos otros mundos durante cientos de miles de años. No han tenido que venir en vehículos voladores, vienen en cuerpos energéticos o vehículos de energía. En un nivel sutil estos visitantes han implantado información en nuestros códigos genéticos sutiles y corporales. Esta información existe dentro de todos nosotros, en algo así como cápsulas de liberación retardada. Conforme nos movemos dentro del tiempo lineal, estos bits de información cósmica emergen. Pero hemos creado una cultura con tal desequilibrio del hemisferio cerebral izquierdo que estamos subdesarrollados en las habilidades del hemisferio derecho que son necesarias para equilibrar el flujo de entrada y salida de esta información.

De forma que por un lado, aquellas personas que se vuelven hacia las drogas químicas están trabajando con herramientas químicas en lugar de trabajar con las herramientas de conciencia adecuadas para hacer disponible esta información. Y por otro lado, muchas de las personas que buscan las drogas sintéticas están tan asustadas debido a la emergencia de esta información que están utilizando las mismas herramientas químicas en un intento por cortarla y evitar que se haga conciente.

Como ocurre con todas las cosas en este planeta, los opuestos se unen y trabajan juntos. Pero si nos culpamos por nuestros desequilibrios en lugar de mirarlos y crecer, estaremos perpetuando el desequilibrio. Sin embargo, si vemos este periodo de nuestra historia como el movimiento de la escuela primaria hacia la escuela secundaria, como crecimiento en lugar de fracaso, entonces podemos aprender de ello y crecer. Las reglas no son las mismas en la primaria que en la secundaria y el enfoque no es el mismo. Es tiempo de conquistan nuevas habilidades que nos prepararán para entrar a la universidad o a la conexión cósmica. Así es que, si la regla deslizante de las drogas químicas funcionó alguna vez, ahora es tiempo de usar en su lugar las computadoras de nuestros cuerpos y de nuestra conciencia espiritual.

Durante largos periodos de la historia humana, las estaciones se siguieron unas a otras en un orden bastante regular. Hoy en día los patrones climáticos están cambiando en todo el planeta debido a los cambios medioambientales que hemos creado en los pasados doscientos años. Durante generaciones y generaciones, hijos e hijas siguieron a sus padres como trabajadores, granjeros, comerciantes, con innumerables mujeres muriendo durante los partos e innumerables jóvenes muriendo durante las guerras. Hoy en día no hay ciclos predecibles en nuestras vidas. No sólo no heredamos los trabajos de nuestros padres, sino que los rechazamos y no sólo los rechazamos, sino que realizamos numerosos cambios vocacionales en el curso de nuestras vidas. Y estamos muriendo de enfermedades que no existían una generación antes.

Todo está cambiando en la tierra ahora y más rápidamente que nunca antes en cualquier otro periodo de la historia humana. Así es que no es ninguna sorpresa que busquemos las drogas para que nos asistan en estos cambios. Usamos amfetaminas, como Benzedrina, Dexedrina y Metedrina para estimularnos. Y luego usamos sedantes como Seconal, Nembutal, Miltown y Valium para calmarnos. Utilizamos relajantes musculares como Qualudes e incluso Fenciclidina o PCP o polvo de ángel, que primero se usó durante los 50 como anestésico de animales. Hay Demerol, Darvon y Metadona que prometieron curarnos de la adicción a la heroína en los 60 pero resultaron ser altamente adictivos ellos mismos.

Es imposible contar el número de personas que son adictas a las pastillas y a las píldoras de dieta que nos ofrecen ayudarnos a cambiar nuestros apetitos y nuestros cuerpos. Y es imposible contar el número de gente con múltiples adicciones a sustancias que todos comenzaron a utilizar como herramientas para cambiar. Muchas de estas sustancias son legales y pueden encontrarse en las estanterías de las farmacias. Una vez encontramos esas dualidad en nuestra cultura, ya que las drogas son vistas como ambas cosas: como sanadores y como demonios culturales.

Muchas de estas sustancias son legales, pero sólo bajo prescripción médica. Y la naturaleza del sistema médico es tal que existe un gran abuso de esas sustancias, como sabemos debido a la cobertura de los medios de información sobre los actores, políticos y atletas. Pero igual que ocurre con las sustancias mencionadas en el capítulo anterior, algunas de estas sustancias son ilegales y acarrean con ellas la energía de miedo, odio, y explotación de todos aquellos que están involucrados en su comercio mundial. Es curioso, sin embargo, que todas estas drogas tienen una mayor capacidad destructiva sobre la mente y el cuerpo que la cocaína y la heroína, aunque muchas de ellas sean legales. La sociedad dice que si las obtienes de un médico, está bien, aún cuando te enganches a ellas, pero si las compras en el parque, no está bien.

Las drogas parecen cambiar hoy en día tanto como los ordenadores. Es difícil decir cómo será la siguiente generación de drogas. El sueño de la iluminación química de los 60 parece lejano hoy en día, cuando personas cada vez más jóvenes están usando gran número de drogas y con efectos más devastadores. Pero podemos estar seguros de que entre más se resista a los cambios nuestra cultura, habrá un mayor incremento en los efectos, la potencia y la peligrosidad de nuestras drogas. La única forma de detener la adicción consiste en enseñar las herramientas de transformación desde que nacemos, desde el yoga y la alimentación sana hasta la meditación. Pero mientras nuestro foco principal continúe siendo la fabricación de bombas para destruir el mundo otras 6 u 8 veces más, esta transformación no sucederá. Así es que la adicción a las drogas no está separada de la política, la religión y nuestras vidas diarias.

Drogas recreativas y drogas de diseño

La razón por la cual las drogas recreativas se han vuelto tan populares es porque nuestro trabajo ha aumentado y no tenemos mucho tiempo para jugar. La mayor parte de la interacción social está vacía, la mayor parte de nuestras vidas están vacías. Debemos regresar a lo que significa realmente la recreación, o sea, a la RE-creación. Los niños pequeños saben cómo sentarse en un cajón de arena y crear constantemente nuevos mundos con extraordinaria fluidez, moviéndose de personaje a personaje y de juego a juego. Como adultos, necesitamos encontrar dentro de nosotros mismos esa misma capacidad. Muchos de nuestros juegos tienen reglas inamovibles que nos enseñan o tratan de enseñarnos cómo vivir bien en un mundo de reglas, pero si vamos a evolucionar, necesitamos comenzar a crear juegos que se extiendan más allá de las reglas hacia más altos niveles de orden creativo. Estamos aburridos de la vieja clase de juegos porque hemos crecido en conciencia hasta el punto en que necesitamos menos reglas y más espontaneidad.

Para hacernos una idea de lo que debiera ser la nueva recreación, imagina un tablero de ajedrez donde se introducen nuevas piezas conforme se necesitan y donde el tablero mismo se expande en espirales o caminos que hacen uso de las tres dimensiones o incluso más. Imagina un juego de fútbol jugado por cuatro equipos moviéndose en el mismo campo hacia cuatro metas diferentes. El objeto del juego no es quitarle a tus oponentes la pelota, sino que cada equipo está tratando de darle la pelota a alguno de sus oponentes. La competencia viene de cuatro equipos distintos, cada uno tratando de hacer algo bueno por los otros. Imagina la clase de interacción entre adultos alrededor de una mesa cuando un círculo de buenos amigos, en lugar de compartir sus penas sobre un mal día en el trabajo, participan todos en ayudarse unos a otros a crear nuevos patrones de comportamiento en el ambiente de trabajo.

Las llamadas drogas de diseño están volviéndose cada vez más populares. Imagina una interacción grupal que persiga las mismas finalidades de iniciar nuevos y más incrementados estados de conciencia y sentimientos sin envenenar el cuerpo. Una cultura que honra el cuerpo como la suprema creación artística del alma encuentra otros medios que no son químicos para realizar alteraciones en la estructura física. Cuando recuerdas que el alma crea el cuerpo, puedes comenzar a recrearlo. Es interesante que usemos estas dos mismas palabras, recreacional y de diseño, para nombrar a las drogas más populares hoy en día. La recreación tiene que ver con la fluidez y el diseño tiene que ver con el orden, y ellas nos recuerdan nuestra necesidad de crecer hacia formas de vida más fluidas en un plano más alto del orden cósmico.

Drogas químicas, el chakra del entrecejo y las ondas cerebrales

El chakra que más afectan las drogas manufacturadas es el tercer ojo. Cuando honras tu atracción hacia estas sustancias como algo que proviene de una necesidad de despertar o activar más este chakra, puedes hacerlo espiritualmente en lugar de químicamente. Vivir en una sociedad que niega la existencia de los chakras en un momento en que su despertar es vital para la futura evolución de la humanidad, es algo que apoya la inútil confianza en las sustancias manufacturadas. Desafortunadamente, ninguna droga te puede ayudar a ver libremente lo que puedes ver a través del tercer ojo cuando está despierto.

La estructura química de la droga de forma a la experiencia justo en un momento cuando estás listo para comenzar a experimentar y explorar estados fluidos de conciencia. El efecto de los químicos imita la alteración de ondas cerebrales necesaria para tales experiencias. Las luces, el sonido y otras formas de tecnologías no químicas son mucho más efectivas para hacer estos cambios que las drogas. Ultimadamente, puedes crecer de una forma más natural hacia tales patrones de onda a través de la meditación e incluso de la fantasía. Más adelante daremos un ejercicio con sonido para ayudarte a hacer este cambio.

Dentro de 50 años todo mundo trabajará en estos estados sutiles, todos canalizarán. Nos estamos volviendo cada vez más y más sutiles. Ultimadamente nos moveremos de las amatistas que puedes sostener a las amatistas de los planos interiores, de las esencias florales a la simple sintonización con las flores. Para hacer este cambio, necesitamos trabajar con las herramientas de poder que no son físicas, a través de meditaciones que alteran la conciencia.

Por ejemplo, aunque nadie puede enseñarte cómo, es posible alterar concientemente tus ondas cerebrales para repetir los patrones creados por cualquier sustancia a la que has estado habituado, desde café a qualudes. Con cierto estudio de tus recuerdos y quizá sintonizándote con otras personas puedes ver o sentir cómo se ven estas ondas y decirle a la parte de tu cerebro que las conoce tan bien que simplemente las recree. Algunos de estos patrones sin embargo, debido a un largo abuso, causan disfunciones. No obstante, los ejercicios que hemos dado con cristales y los diagramas de transformación de hábitos alteran las ondas cerebrales de maneras que son positivas y útiles.

Ciertas drogas suprimen las ondas cerebrales, de forma que podemos dar un salto más allá de ellas, brincar ese enfoque particular. Tú puedes, con práctica, y nadie puede enseñarte cómo, comenzar a jugar con tus propias ondas cerebrales sin químicos, aprendiendo cómo moverte de los patrones dentados generados por nuestra estresante forma de vida hacia patrones más suaves, más eufóricos. Incluso puedes alterar las ondas cerebrales de la gente a tu alrededor, aprendiendo a sincronizarte con ellos, a unirte con ellos y luego cambiarlos. Esta técnica tiene implicaciones para sanar a los esquizofrénicos, epilépticos y otros cuyo estrés ha ocasionado el descarrilamiento de las ondas cerebrales. Los delfines lo hacen de una forma natural, como una forma de unión, comunicación y placer.

Una de las razones de que los sanadores y los terapeutas que trabajan con adictos (o con esquizofrénicos o con personas retardadas) terminen quemados es esa, sin tener conciencia al respecto comienzan a tomar e imitar los patrones de ondas cerebrales perturbados de las personas con las que trabajan. Si trabajas con adictos, en recuperación o no, necesitas limpiar tu aura y tus chakras, quizá diariamente, mediante alguno de los ejercicios del primer capítulo. En las adicciones, necesitas blindarte cuando vayas a trabajar con una burbuja de luz blanca, utilizando un cristal que limpies diariamente sumergiéndolo toda la noche y de las ondas cerebrales, quizá protegiéndote con un casco de luz que cubra el tercer ojo y el chakra de la corona. (De hecho esta clase de blindaje era parte de la razón de ser de los cascos de las armaduras.)

También hay una conexión entre las drogas sintéticas y nuestro recién despertado chakra del timo. Inicialmente estas drogas estimulan este centro, pero en un corto periodo de tiempo, deprimen su nuevo y frágil funcionamiento. Lo estimulan en un nivel global, ya que siempre que uno toma una droga específica, la misma sustancia química pura, ya sea azúcar, alcohol o marihuana, varía conforma varían los campos en los que fue cosechada la planta precursora, y éstos cambian de estación en estación y de año en año. Inicialmente las drogas manufacturadas estimulan el timo, pero en un corto tiempo dañan tanto el chakra como a la glándula del timo, inhibiendo el sistema inmune del cuerpo. Todos los químicos, los aditivos de la comida y los contaminantes del aire y el agua, afectan negativamente al sistema inmunológico y en el futuro probablemente encontremos una ocurrencia mayor de enfermedades debidas a la inmunodeficiencia.

Aunque algunas de estas drogas llevan energía hacia los chakras inferiores y algunos hacia los superiores, y aunque muchos de ellos afectan también el chakra cardiaco debido a que circulan en la corriente sanguínea y afectan al corazón mismo, en última instancia todos los químicos sintéticos dañan todos los chakras, evitando que funcionen individualmente o en concierto. Estas sustancias también dañan el aura y los cuerpos sutiles más rápido que cualquier otra sustancia adictiva, separando las capas, lo cual crea espacios donde las energías externas pueden penetrar y quedarse atascadas. También causan pulsos irregulares y ritmos estacato en el flujo de energía de los meridianos. Tal como un niño puede quemarse con el fuego antes de estar listo para cocinar, así también nos estamos quemando nosotros con los químicos que hemos creado.

EJERCICIO: Un substituto de sonido para las drogas sintéticas

En cada uno de los capítulos previos sobre sustancias adictivas te hemos dado una herramienta sustituta para estimular tu conciencia de forma parecida a como lo hacia la droga. No hay un uso correcto de estos químicos, pero todos hemos aprendido del uso inadecuado de toda clase de cosas. Ellas existen, ellas son parte de nuestro mundo. El ejercicio siguiente está diseñado para estimular tu cerebro, tu mente y tu cuerpo de formas similares a como lo hacen las drogas sintéticas. Pruébalo una o dos veces al día durante cuatro minutos si has estado utilizándolas, ya que sirve tanto como un sustituto de esas sustancias como una terapia de sanación por haberlas utilizado.

Estos son los pasos que debes seguir:

Siéntate tranquilamente en tu burbuja con los ojos cerrados. Cobra conciencia de tu respiración.

Con tus labios abiertos pero con tus dientes superiores e inferiores tocándose, comienza a vibrar la parte de atrás de tu garganta de forma que emitas el más alto e inclinado sonido de EEE que puedas hacer. Siente que este sonido se está moviendo en círculos dentro de tu cráneo, a nivel de tu tercer ojo, desde la parte frontal hacia la parte trasera de tu cabeza, hasta que hayas creado dentro un anillo vibrante de sonido.

Ahora cambia la dirección en la que el sonido se mueve de forma que se mueva en círculos a través de tu tercer ojo desde tu coronilla hacia abajo entre tus ojos, y después en círculos desde tu cerebro hasta la coronilla de nuevo, creando otro anillo de vibración.

Esta vez toma el sonido EEE y hazlo más lento de forma que no viaje tan rápido. Llévalo a tu cerebro y siente que puedes pasarlo de un lado al otro entre los dos hemisferios de tu cerebro de forma que ondule entre ambos como si estuvieras haciendo malabares con una bola de cera derretida entre tus dos manos.
Ahora dirige el sonido hacia un punto y deja que se mueva en forma de espiral y dance dentro de tu cerebro, despertando cada parte de él y haciéndolo vibrar.

Lentamente deja que el sonido se desvanezca, hasta que ya no puedas oírlo, pero siéntelo aún como un eco y moviéndose dentro.

Cobra conciencia de tu respiración de nuevo y cuando estés listo, lentamente disuelve tu burbuja y abre tus ojos.

Nota los cambios que sientas. ¿Las cosas se ven o se parecen diferentes? ¿Tu cuerpo se siente diferente? Cobra conciencia de las maneras en que este ejercicio puede resintonizarte, no a la canción que canta un químico, sino al puro y maravilloso canto eléctrico de ti mismo.

EJERCICIO: Un sustituto de luz para las drogas sintéticas

Las personas que tienen dependencia hacia las drogas sintéticas están buscando algo que aún no existe, algo nuevo y aún no descubierto, ya sea en el mundo o en su propia conciencia. El siguiente ejercicio está diseñado para hacer lo mismo, mediante el uso repetido y extrema paciencia, sentado como un monje zen haciéndolo de nuevo una y otra vez.

Estos son los pasos que has de seguir:

Siéntate en una burbuja, esta vez con una que no tenga nada de luz. Siente la seguridad y protección de la burbuja.

Cuando te sientas confortable dentro de ella, visualízate a ti mismo flotando fuera en tu burbuja, en la superficie de un mar profundo e interminable.

El lugar al que está entrando es completamente desconocido. Nadie ha visto nunca este lugar. No hay ninguna luz aquí.

Muévete a través de la oscuridad usando todos tus sentidos, excepto la vista, para percibir lo que hay a tu alrededor. Escucha, huele, saborea, siente y utiliza todos tus sentidos sutiles. En nuestra sociedad dependemos mucho de la vista. Sobre utilizamos los ojos que nos impiden desarrollar otros sentidos físicos, sin mencionar los sentidos sutiles.

Las cosas te ocurrirán en la semi-oscuridad. Algunas serán bellas, otras serán espantosas. Recuerda que cualquier cosa que veas no es real en este mundo en el que vives, sólo en el mundo de la mente. Si no puedes mantenerte totalmente calmado aquí, aún no perteneces a este lugar. Regresa de donde viniste, sabiendo que nada puede dañarte que no hayas creado desde el interior, y que eres lo suficientemente fuerte para enfrentarlo (Si estás calmado, continúa realizando el ejercicio hasta el final).
Cuando hallas viajado lo suficiente, mece tu cuerpo hacia delante y hacia atrás suavemente para regresar a tu sentido de este mundo. Siente entonces como el mar retrocede a tu alrededor y abre los ojos al mundo físico.

No hagas esto más de una vez al día. Y no lo hagas más de tres minutos seguidos. No porque pueda dañarte, sino por la energía que puedas perder al ser un faro de luz en mundos no iluminados.

Cuando termines puedes necesitar sentarte durante un rato en tu burbuja hasta que la luz crezca dentro y alrededor de ti para equilibrar las cosas.

Al hacer este ejercicio estarás viajando a nuevos lugares, aunque no los verás. Esta es una gran aventura, pero también un gran riesgo y quizá una gran pérdida de tiempo. No todo lo que inventa la humanidad es valioso, como atestigua la contaminación los desechos nucleares, la guerra, la violación y la violencia.

Diagrama transformador de las drogas sintéticas

Como se mencionó en capítulos anteriores, parte de soltar y liberar una adicción consiste en reprogramar los patrones de onda cerebrales. En ningún caso es más crucial que con este tipo de drogas que suprimen loas ondas cerebrales normales tanto como para alterarlas masivamente.

Este es el diagrama para transformar el hábito hacia las drogas sintéticas. Fuerza a tus ojos para que vayan desde abajo hasta arriba de las dos líneas paralelas centrales sin parar. Repite el movimiento de abajo hacia arriba diez veces por sesión. Realiza tres sesiones cada día.

Piedras para sustituir a las drogas sintéticas

Si has tocando fondo con las drogas manufacturadas y estás listo para dejar de usarlas, prueba este patrón cristalino como substituto. Necesitarás una pieza de malaquita del tamaño de una yema de huevo y una pieza de rodocrosita que sea un poco menor. Sostén la malaquita en tu mano derecha y la rodocrosita en la izquierda. Siente la energía elevarse por tus brazos y llenar tu cuerpo. Siente cómo se mueve en oleadas desde tus pies hasta la punta de tu cabeza. Permite que el ritmo de las oleadas se vuelva lento o rápido dependiendo de la fuerza con que sostienes las piedras. Haz esto alrededor de ocho minutos.

Cabe notar que abandonar el uso de drogas sintéticas no es fácil y no debiera intentarse en soledad. Este libro no puede reemplazar el cuidado médico, la terapia o los grupos de autoayuda. Lo que hace es darte algunos insights acerca de las causas espirituales de tu adicción. Las explicaciones y los ejercicios del primer libro, Dimensiones espirituales de la sanación de adicciones, también te serán de mucha utilidad.


 
 

*Traducción del capítulo sobre la cafeína del libro: Cunningham, Danna y Andrew Ramer: Further dimensions of healing addictions, Cassandra Press, CA, USA, 1988.

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