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Entrevista
realizada por Karina
Malpica en
febrero del 2001, en
Barcelona, España. ANTECEDENTES
Ferrán es amigo mío, lo conocí en una sesión de ayahuasca.
Ambos trabajamos bajo la guía del mismo chamán. He tenido oportunidad
de presenciar su amable y eficiente trabajo en una librería especializada
en temas esotéricos y he sido testigo de algunos episodios importantes
de su desarrollo personal. Además me siento muy cercana e identificada
con Ferrán porque tenemos varias coincidencias en cuanto al "estilo"
y la calidad de nuestras experiencias. Así es que mi condición
previa en esta entrevista es de simpatía y compañerismo.
En esta entrevista no sólo se exponen algunas de las experiencias de mi
amigo Ferrán con la ayahuasca,
sino que también se hace referencia, tanto al contexto en que se han
llevado a cabo, como al entorno grupal en el que trabajamos y esto me
parece bastante enriquecedor para comprender la importancia y los fundamentos
de este tipo de trabajo espiritual. ENTREVISTA Nombre o seunónimo Ferran, mi nombre. Lugar y fecha de nacimiento
Barcelona, el 7 de abril de
1956. Ocupación
Librero. ¿Qué
sustancias psicoactivas has consumido a lo largo de toda tu vida? Yo empecé a tomar drogas a los
18 años me parece y entonces era fumar hachís,
hachís y marihuana
por aquel momento era lo que se podía encontrar. Fue una de las experiencias
que me sirvió a mí particularmente, me sirvió muchísimo. Yo era una
persona en aquel momento excesivamente tímida, introvertida, sigo siéndolo
pero entonces era demasiado y lo que me dio este tipo de
productos, fue precisamente que me abrío, conseguí abrirme a
mí mismo, sobretodo de cara a los demás. Y cosa que agradezco mucho,
si bien es verdad que luego con el uso continuado indiscriminado llegué
a un punto de saturación, eh... Es decir, 'ya no puedo más', o sea,
'esto no sirve para nada' y entonces lo espacie mucho, ahora incluso
hará unos cinco años o así que no fumo, no tengo vicios ahora. ¿Dices
que no tienes vicios ahora, los has tenido? Sí claro, como todo el mundo...
El haber fumado, sí el tabaco,
y lo otro, muchos canutos.
Pero ya te digo, llega un punto de saturación con el uso, donde llega
el para qué y el porqué. Tabaco
fumé bastante, bueno bastante tiempo, lo que pasa es que nunca he sido
un fumador empedernido. Yo el tabaco,
hace 3 años y medio que lo he dejado totalmente. Pero siempre he sido
un fumador ocasional. Durante el día a lo mejor fumaba de 5 a 10 cigarrillos...
cuando más fumaba eran 10. Algún día he podido ir más allá, pero nunca
he sido un fumador compulsivo, nunca he sido compulsivo en nada, de
hecho, y con el tabaco
tampoco. ¿Y cuál ha sido tu relación con el alcohol y otras drogas sociales? Leve, leve o sea nunca he sido
un gran bebedor. Aquí en la cultura mediterránea yo por ejemplo -además
es una cosa curiosa ¿no?-, yo de pequeño, como otros niños de mi generación,
ya bebía alcohol.
Soy de un pueblo a 13 kilómetros de aquí, de Ripollet. Allí las calles
estaban sin asfaltar en ese momento, habían muchas viñas, entonces me
acuerdo que... Ahora hay complejos vitamínicos, pero antes estaba el
trozo de pan, vino tinto y azúcar, por ejemplo, que era un complejo
vitamínico para merendar, o también decían, 'hay este niño que no me
ha comido mucho', entonces se cogía un huevo con azúcar y vino dulce
también, y eso ya era a partir de los 4 ó 5 años... o sea que crecí
en esta cultura mediterránea donde el vino estaba presente en las comidas.
Pero eso no provocó, al menos no en mí mismo, ni en muchísima gente que conozco de mi edad
y que ha pasado por lo mismo, ningún tipo de adicción al alcohol.
Todo lo contrario. He visto más adicciones al alcohol
en personas que han entrado mucho más tarde y con una serie de problemas
que no tenían nada que ver con el hecho mismo de haber vivido en un
ambiente de consumo moderado y por supuesto además de un nivel de alta
calidad. Entonces a partir de aquí pues bueno, el vino siempre ha formado,
forma parte de mi cultura; me gusta muchísimo el vino, lo bebo habitualmente
en las comidas como algo agradable y no pienso de momento renunciar
a él. No tengo porqué, me gusta el vino, pero la relación por ejemplo
con el alcohol a nivel de cubatas, whiskis y todo eso, pues muy poco.
Siempre me han gustado mucho todos los derivados de la uva, desde el
cava al vino dulce, el martini, todo lo que tenga que ver con el vino,
eso sí, pero con el alcohol
no. Y fumar pues si ya te digo que fumé muy poco hasta hace tres años
y medio... Una semana después de cumplir los 41, lo dejé. ¿Por
algún motivo en especial? Quería dejarlo. Me sentaba mal,
para empezar. Fumaba poco pero me sentaba mal. Entonces pensaba que
era un tontería, si no lo consideraba un placer, seguir fumando. Lo
más jodido de todo es fumar o dedicarte algún tipo de vicio o algo,
alguna actividad sintiéndote culpable por hacerlo, eso si que es fatal.
Entonces aproveché que ya no quería hacerlo. Lo había dejado un par
de veces temporalmente, una semanita y eso, pero no estaba demasiado
por la labor. Hasta que un día, aprovechando que estuve 6 días o más
con un resfriado de aquellos que no podía ni oler el humo, y cuando
me levanté de la cama sin darme cuenta dije 'coño llevo 6 días sin fumar'.
Y me vino así, de manera muy natural, sin que mediará la voluntad en
ningún momento, sencillamente la pura conciencia, en ese día dije bueno
pues 6 días y 7 y 8 y 9 y hasta ahora. Y así fue de una manera muy natural,
un tránsito nada doloroso, sencillo. ¿Y
con los enteógenos cuándo comenzó tu relación? Bueno, esta es otra cuestión
porque con los derivados de Cannabis,
por ejemplo, esto altera levemente la conciencia pero siempre tienes
tú el control. Y el alma de mi principal miedo durante casi toda mi
vida ha sido perder el control... un pánico, pavor terrible, entonces
mis pocas experiencias con el LSD,
no fueron nada satisfactorias, incluso me ponían malo físicamente porque
cuando notaba que había un pequeño cambio en el que mi percepción de
la realidad variaba lo suficiente como para perderme ahí, me retrotía
tanto a mi cuerpo que claro reaccionaba mal, con vómitos etc. Era incapaz,
entonces nunca ¿eh? desechado. Y otro tipo de drogas como la heroína
por ejemplo, ni olerla, sabiendo además que era una cosa muy mala; tengo
muchos conocidos y amigos que se han quedado en el camino con estas
cosas, y no por la heroína
en sí, ya que si no hubiese sido la heroína
hubiera sido otra cosa, esto quiero que quede claro ¿he? Pero entonces
fue relativamente hasta hace poco, te hablo de un año, un año y medio
hará, que tuve la necesidad de experimentar con algún tipo de enteógeno,
para expandir la conciencia, aunque no sabía de momento cual. Yo tenía
una serie de datos, tanto a nivel de conciencia como a nivel incluso
incosciente, al hacer terapias como paciente y yo notaba que me faltaban
datos, quería tener una percepción de mí mismo y de la realidad mucho
más amplia, de la que en aquel momento tenía. Podía entender o podía
tener una serie de conceptos de la realidad muy amplios, pero yo los
quería experimentar por mí mismo, a través de mi propia conciencia...
ampliada. Ampliar, más que alterar, me gusta más así. Entonces en ese
momento, fue cuando al tener la necesidad pues me llegaron las informaciones
pertinentes, de las que fui desechando casi todas, pues conociendo a
la gente... En fin, quería una cosa en un marco realmente muy serio,
de investigación y que pudieran acogerme, y que yo tuviera una relación
de confianza total y absoluta con la persona que llevara realmente este
tipo de encuentros. Y eso ocurrió pues poco después, cuando una persona
que yo conocía, Albert, me escuchó hablar del tema con un cliente y
se acerca y dice 'oye estoy en esto, te lo digo porque como te he oído
pues...' Y así llego la información; yo dije, 'ah, bien, esto me interesa',
y entonces fue cuando fui a conocer a Juan
Ruiz. Ese día fui con la intención simplemente de conocerlo
y de asistir a su charla, al final no me quedé a la experiencia, incluso
estando muy convencido, porque quería mi tiempo, ¿no? Salí de allí y
lo comenté, además éramos pocos, éramos unas diez personas. Pero a la
próxima vez que vino él a Barcelona, fue creo en septiembre u octubre
del año pasado, asistí otra vez a la charla y ahora sí a la experiencia;
sin ningún tipo de idea preconcebida de cómo sería ni qué efectos tendría
en sí, aparte de lo que nos indicaba Juan en sus charlas, cosa que agradezco
muy mucho ahora ¿no? Entonces ahí empezó mi experiencia con los enteógenos,
concretamente con la ayahuasca. ¿Y
cómo fue esa primera experiencia? Por ser la primera experiencia,
fue realmente muy importante para mí. Fue un punto de referencia. Como
no tenía ideas preconcebidas, sí que accedí realmente a lo que quería.
Aprendí muchísimas cosas, me vi desde un estado muy ampliado de conciencia
y aprendí muchísimo de mí, de la vida, de las relaciones, de mi propia
constitución, de quién soy yo, etc. Además fue curioso porque fue una
experiencia maravillosa a varios niveles tanto físico, energético, psíquico
como espiritual... Por ejemplo, me di cuenta de que la música era lo
máximo que había alcanzado a vislumbrar como manifestación divina. Vi
que la música está viva, vi que era una manifestación suprema de todo,
cada nota era viva, tenía color, me llegaba al corazón, lloraba, lloraba
de pura belleza. Era algo increíble... pues todo eso que es la manifestación,
un estadio y hay muchos más, por eso había que traerlo aquí, y ahí estaba
el gran reto... Yo iba haciendo honor a mi manera de ser, ¿no? Aquello
de tirarme de cabeza, y yo quería, no sé... la comunión con Dios ya,
¿eh? Sí, yo quería eso: 'Dios entra en mí'. Yo quería directamente experimentar
el hacedor de todo, ¿no? Entonces siendo todo tan maravilloso, llegué
a un punto, a un estadio mental y energético en el que yo me reconocí
como el hogar, digo 'este es el hogar, yo voy a estar ahí', sabía que
yo procedía de ahí, del hogar, era un sitio maravilloso, magnífico,
donde no existía la rivalidad, era un espacio mental más que físico;
temporal, ¿no?, y entonces estuve allí, como descansando, relajándome,
pero ¿qué paso? que al cabo de x tiempo -tiempo está tan distorsionado, tan
es tan distinto-, no me conformé, digo 'sí, sí esto es muy bonito, está
muy bien, pero yo quiero más, esto todavía es la manifestación maravillosa
pero yo quiero saber quién está detrás de las bambalinas, detrás de
esta representación maravillosa'. Y a partir de ahí la cagué, en un
sentido, porque ya había estado muy relajado durante toda la experiencia,
y allí ya me puse muy ansioso, entonces digamos que retomó el viaje
el ego, se puso en el trono, dijo '¿Donde estás? Sí, sí, será muy bonito
pero ¿dónde estás?' Y para decírtelo de manera muy gráfica, el ego intentó
arrancar todo el decorado maravilloso que estaba viviendo, para saber
qué estaba detrás, ¿no? Luego posteriormente pensé, hoy en día, pienso
que es ridículo, que era una búsqueda absurda, porque los ojos no pueden
verse a sí mismo, ¿no? Eso lo entendí posteriormente, poco a poco, pero
entonces, habiendo sido maravillosa, salí trepidamente frustrado de
mi primera experiencia, por querer ir demasiado deprisa o por querer
atrapar sombras inexistentes, ¿no? Es una cuestión de conceptos. Hasta
al cabo de varias semanas que decidí elaborar mi propia experiencia,
no me di cuenta realmente lo maravilloso y lo bien que me había ido. ¿Escribiste
algo al respecto? No, me gusta mucho escribir,
pero llevo años sin hacerlo. Sencillamente lo iba elaborando cuando
me venía. No es que yo lo fuera elaborando de manera muy analítica,
sino que me venía constantemente, eso también es una de las cosas importantes
a matizar: después de la experiencia, si estás abierto a la misma, recibes
mucha información; y la información que ya tenías en ese momento se te hace clara, se te hace evidente.
Entonces por ejemplo, me acuerdo de casi que, al estar en este estado
ampliado, fue maravilloso, fue SER YO en mayúsculas; todo son palabras
¿no? pero yo también voy a utilizar las mías, estaba dándome cuenta
de que frente de mí estaban todas mis subpersonalidades: estaba el Ferrán
que duda, el Ferrán orgulloso, el Ferrán que pregunta, el Ferrán violento...
decenas, eran formas de energía que hablaban a la vez, y
hablaban entre ellas. También había un viejecito de barba blanca,
y yo sabía en aquel momento que todo esto no era yo, pero que formaba
parte de mí, eran mis hijos, mis herramientas, mis herramientas de actuación
en esta vida. Y entonces en lugar de sentir un lastre terrible o un asco terrible por esto, sentí un profundo cariño, afecto
y amor, porque pensé: 'Estos son mis hijos'. Entonces es como si vieras
a cada uno de tus hijos como al hijo pequeñito, tanto que dice 'Mira
papá hoy he saltado dos metros', por ejemplo, en plan orgulloso. Decía
cosas así y yo me decía 'Ay si
hijo mío, sí dos metros fíjate' Y a todos a la par les pasaba todo esto
y luego estaba el viejecito que posteriormente relacioné con el arquetipo
del anciano sabio, que estaba muy cerca de mí y mirando también el panorama.
Y al mismo tiempo me venían ráfagas de verdades, por ejemplo, a mí lo
que me apasiona, lo que siempre me ha apasionado, es la filosofía, la
metafísica, y eso venia, esa inteligencia que está al alcance de todos,
se me manifestaba, y yo captaba pequeñas verdades, cosa que me alegraba
y decía 'Sí, sí', entonces al decir este sí, lo veía todo con mucha más ecuanidad.
El Ferrán resabiado saltaba, y decía '¡He, ¿ves? eso ya lo decía yo!'.
Y yo, el abuelete que estaba ahí, movía la cabeza asintiendo y lo hacía,
lo hacíamos, con cariño. Y eso fue maravilloso porque aparte de experiencias
místicas "muy elevadas", que puedas tener, éstas son herramientas
que te sirven en la vida cotidiana. Esto que experimenté es una manifestación
de cómo estoy yo formado, al menos una de las
manifestaciones del Ferrán de esta vida, o en este espacio de
tiempo. Estoy formado de todo esto, y se pelean todos por entrar. Es
como un molde en que caben todos y cuando te descuidas el que tiene
más necesidad de manifestación se mete ahí dentro y él habla, la duda,
el miedo, el orgullo, ¿no? y saber eso de manera feaciente, real, científica,
pues no significa que lo hayas entendido totalmente, que lo hayas superado,
que ya lo hayas trascendido, pero sí que te da las herramientas para
irlo trabajando cada día, que es de lo que se trata... En mi propia
experimentación cotidiana, he comprendido que el conocimiento no es
una cuestión de añadir sabiduría, ni de añadir nada, la realidad está
en ir quitando cosas, cuánto más vacío estás, más se llega a la mano
de Dios. Y ya no quiero utilizar palabras porque cada uno tiene sus
propios conceptos ¿no? Llámale eso que también forma parte de ti, que
se manifiesta. Entonces lo que de alguna manera pretendo ahora, es vaciame.
¿Y
qué puedes contarnos respecto a tus siguientes experiencias? La segunda ves que fui, dije
'Tal como voy ahora que ya tengo un poquito de experiencia, me meto
ahí, ya no me hago el tonto y de allí paso más allá', pero no fue el
caso porque cada experiencia no
depende de mi ego, no depende de mis deseos, sino de mis necesidades
íntimas, internas que yo muchas veces desconozco. Esto es lo que puedo
constatar y cada experiencia es distinta, pero siempre me daba cosas
que necesitaba. Y al cabo del tiempo me di cuenta de tantas herramientas
que me había dado, porque sí que ha sido de manera gradual; desde la
primera experiencia que al final puedo considerar mística o de relidad,
que fue realmente maravillosa, a experiencias cada vez más cercanas,
hasta la última que pensé, de manera muy objetiva, que no me hizo efecto.
Ha sido gradual al revés, cosa que es lo que yo necesitaba, siempre
lo he necesitado porque para mí volar es muy fácil, en cambio para mí
aceptar la vida tal como es, es lo que más me va a costar. Siempre he
pensado o tenía la impresión, no solamente la visión, sino la vivencia
interna, de que este no era mi mundo ¿no? La incertidumbre de qué hacía
yo aquí, de que estas no eran mis leyes, ni que... en fin, siempre me
he sentido como pez fuera del agua, y ahora es cuando realmente me empiezo
a encontrar a gusto, digo 'Bien, no soy de este mundo, pero estoy en
este mundo y mientras esté quiero realmente entregarme a ello'... Esto
es lo que puedo un poco contar, aunque esto no se acaba aquí, es el
inicio de todo y por eso estoy tan agradecido a un medio como ha sido
en este caso la ayahuasca
que me ha proporcionado estas puertas para verlas y trabajarlas. Me comentaste que en la última
experiencia habías sentido que no se te daría más mientras no trabajaras
lo que ya se te había dado, ¿puedes explicarlo? Justo, sí, sí, eso fue realmente
así. Te comenté que en esta última parecía que objetivamente no me había
hecho efecto, que estaba en un nivel de consciencia casi casi igual.
Desde la primera hasta la última vez, que fue la séptima u octava, ha
ido bajando el nivel de intensidad de la experiencia. Me parecía que
'¡Ostía estoy perdiendo el tiempo, esto cada vez va peor!' Para mí ha
sido un aprendizaje increíble, como os contaba, porque ha sido poco
a poco. He ido saltando escalón tras escalón hasta donde casi estoy
en mi conciencia cotidiana y estoy mirando las herramientas también
para ver y practicar en mí cuál es el nexo. Porque al principio iba
loco pensando, '¡Cómo llevo yo aquello, cómo llevo el cielo a la tierra,
es imposible, no hay medios, no hay cómo, de qué manera, qué locura!'
Y ahora más o menos puedo vislumbrarlo con el trabajo que tengo y en
esta última vez también ya pues, de alguna manera, entendí. Y digo entendí
porque yo en mi propia experiencia -cada uno es distinto-, no oigo voces,
ni veo símbolos, ni colores etc. Yo no sé si es que tengo un ego muy
grande pero todo soy yo, aparte del viejecito de la primera vez, todo
soy yo y la energía o la manifestación de cosas, pero no hay ninguna
entidad, ser, ni ángel, nunca, nunca... Esto me interesa mucho porque es
parte de la investigación que estoy haciendo de cómo se configura el
viaje de cada quién, cuáles son los elementos o el background que determina
las distintas vivencias de cada quién, que por muy personales que sean,
también tienen pautas o patrones comunes. A mí por ejemplo me ocurre
lo que a ti. No escucho voces y sólo he visto una imagen nítida una
sola vez. Nunca he visto a nadie alrededor mío y aunque tengo la consciencia
alterada, siempre sigo siendo yo quien formula y quien comprende las
cosas... o al menos eso siento, ¿no? Exacto, exacto, sí. Y tampoco he visto imágenes de
colores, nunca he visto los famosos cortinas de colores de la ayahuasca,
esas de las que los chamanes dicen que te tienes que desprender para
pasar al trabajo... Sí, sí, exacto, ni el ángel
alado... Algunas veces me gustaría ¿eh?, pero sabes qué pasa, me acuerdo
mucho de un dicho celta que dice: 'si estás meditando y ves la duda,
mátala'. Sí, porque el ver en última instancia es una concepción, es
algo, mientras tú ves siempre es un símbolo, aunque sean internos, siempre
es un símbolo ¿no? Es una realidad intrínseca esencial, entonces pensamos
como es que yo no veo aquí un ser maravilloso alada y tal, pero quizá
si lo viera ya dudaría ¿no? porque digo 'Vale eres majestuoso', pero
primero me haría sentir frustado porque yo aún no llego allí, y segundo
'Vale lo que tú sabes, pero como yo sé que tengo que aprenderlo por
experiencia directa, pues tampoco me sirve de mucho'. Es decir, yo sé
con propia mi realidad intrínseca, que mi camino es éste, y a lo mejor
no es éste, y el que sea bienvenido será, pero necesito saberlo por
mí mismo. Y así está expuesto, en todas mis experiencias que he tenido,
ha sido un poco como tú explicas ¿no? Siempre he sido yo, y estarán
mis cosas desde luego que sí, claro que sí, y me refiero a seres, no
configuraciones energéticas no, porque tampoco veo, sino que son como
manifestaciones, es como percepción, es percepción pero no visual no,
es otra cosa es muy difícil de definir... Sí, exacto. Pero quizá sea un condicionamiento
cultural o un hecho bioquímico el que a ti y a mí nos pase lo mismo...
Quizá no vemos un ángel alado porque no tenemos activadas las configuraciones
neuronales requeridas para ver eso que se llama visiones o alucinaciones,
o quizá no los vemos porque no creemos fehacientemente en los ángeles,
al menos no como tales... Quizá primero hay que creer plenamente en
la existencia de una realidad para luego poder acceder a ella y quizá
en el proceso de creer se reconecten las neuronas dormidas o algo así,
¿no? Ya, pues te voy a contar otra
parte del primer viaje porque fue muy curiosa, también en el medio,
vaya, de las experiencias iniciales psicológicas. La experiencia fue
que yo estaba flotando delante de mí, y yo era el centro donde venía
todo ¿no? Y vi toda la potencialidad de la creación, ahí está el actor,
todo significa yo, claro lo veía todo a vista de pájaro sabía que si
me concentraba, si ponía la atención en una cosa, sabría lo que había.
Por ejemplo, iba diciendo 'Sí, mira aquí está la música, todos los grandes
músicos y maestros se han conectado con esta fuente porque aquí esta
la potencialización pura de todas las armonías, de todos los sonidos,
aquí esta, aquí está la potencialidad de todo, todo está ya realmente
en potencia, solamente hay que conectarse'. Y allí estaba la arquitectura,
allí estaban infinitos mundos pero todo ocurrió sin verlo, sencillamente
era, sabía que sabía, me venía a mí la inteligencia, lo sabía... Y bueno
era maravilloso ¿no? porque te dabas cuenta sobretodo de lo principal,
y lo principal era que realmente la inteligencia lo impregna todo, la
inteligencia amor, el amor inteligencia, y todo está en su sitio, aunque
yo no pudiera comprenderlo en ese momento. Sentí, ¿cómo de lo diría
yo? ¡LA FE en mayúsculas! Siempre había tenido una cierta fe no sé en
qué, pero siempre había tenido y esto me ha salvado de muchas batallas
¿no? Siempre he tenido una fe interna en algo, en mí interior, y no
sé, en algo que era inmutable. Eso no se aprende, eso estaba allí desde
siempre, pero claro llega un punto en que yo necesitaba ya que la fe
estuviera acompañada de la experiencia porque sino ya se convierte en
esperanza, y al final en frustración y en duda que es la hermana del
miedo ¿no? Y como mínimo estas experiencias te dan eso, la prueba de
que todo tiene sentido ¿no? Si es que la necesitabas a este nivel, la
prueba de que realmente estoy, estamos todos, flotando o inmersos en
una inteligencia, una gran inteligencia. Y digo inteligencia porque
lo vivo de esta manera ¿no?, incluso si tuviera que pone algo delante
pondría fe... y bueno no sé qué más decir. Cuéntanos ¿te ha reaportado beneficios el hecho
trabajar en un grupo como este aquí Barcelona en vez de hacerlo por
tu cuenta? Dos cosas: primero Juan. Yo
si no hubiera sido por Juan, o alguien como él, en este caso él, si
no hubiera encontrado una persona que a mí me diera la absoluta confianza
de poder ponerme en sus manos, no habría tenido estas experiencias.
Porque si me pongo en sus manos es porque para mí es un maestro de un
mundo que yo desconozco y un mundo del que me daba mucho miedo. Y lo
que pasa es que llegó un punto en que se me pasó el miedo de una manera
casi radical, supongo que por la evolución o por no sé qué, pero me
cansé de tener miedo. El primer día de la experiencia además fue maravilloso
porque éramos sólo ocho personas más Maria y Juan, o sea que podía estar
más por todos y me acuerdo que en esta vivencia yo le dije a él 'Oye
Juan, mira esto es maravilloso, está muy bien, estos mundos tan maravillosos...
pero yo quiero más, yo quiero ir donde esta Él (digo Él por llamarle
de alguna manera) dime donde esta eso, yo quiero ser uno con Dios, con
la energía, con el amor, lo que sea'. Y él me dijo solamente una palabra:
"Vacíate". No me dijo 'el evangelio dice vacíate y serás llenado',
pero lo entendí perfectamente, sabiendo incluso asustado que ya no me
podía vaciar. En el momento en que estaba, estaba demasiado lleno pero
sabía que así era y dije 'Sí, claro, claro que es la única
manera, Juan'. La segunda cuestión que quiero mencionar es el
lazo de comunión que se establece con las personas que están allí compartiendo
esa experiencia. Realmente es maravilloso poder constatarlo al final,
parece que todos hayamos salido de otro mundo cuando nos miramos y nos
abrazamos, porque te das cuenta de que allí todos somos uno, de que
somos hermanos. Además cada uno tiene su ropero, incluso aquel que se
refugia, y no quiere dar abrazos por lo que sea, pues también lo entiendes
perfectamente que forma parte de ti, que es tu hermano, y que formas
parte de una gran comunidad ¿no? Y eso es impagable porque no estás
solo, y esa es una de las cosas que a mí más me ha hecho sufrir ¿no?
En el sentido de la soledad realmente no, porque eso tiene sus ventajas,
el hecho de decir bueno yo lo mío siempre me ha salido diferente, etc,
pero la desventaja es que te sientes terriblemente solo, desubicado,
y con mucho miedo de que realmente sea así, realmente a veces estamos
tan solos, y entonces esta comunión con las demás personas que comparten
esto te da precisamente este sentido de pertenencia, de comunión, de
hermandad que no se puede decir con palabras; si bien es verdad que
de manera ideal a mí me gustaría mucho, muchísimo, trabajar en un grupo
mucho más reducido, cinco a ocho personas y de manera bastante más seguida
para hacer un trabajo realmente a fondo. De cualquier forma está bien
porque cada uno tiene que trabajarse en el día a día. Pero me gustaría
tener este tipo de experiencia con un grupo reducido de gente y trabajar
a fondo durante tres días, o un fin de semana cada mes. No lo sé, pero
con esta configuración, para poder tratar a fondo cualquier cosa, porque
lo principal es para mí es llegar a conocerme, conocer totalmente, esto
es. ¿Hay
algo que se pueda mejorar en estos encuentros? Sí, sí, el entorno donde se
lleva acabo la experiencia, me parece que no es el mejor y yo creo que
habría que delimitar sobretodo -y eso es importante-, el número de personas
que accedieran allí, simplemente por una cuestión de funcionalidad.
Las dos primeras veces yo me he sentido mucho más cerca de Juan, porque
es el mentor, se que él esta allí, y de la otra manera sé que esta allí
pero sé que tiene que atender a otro hermano o personas que están mucho
más necesitados en ese momento, y claro delante de esto en el fondo
es que no dejo de tomarme como un hijo pequeño, un adolescente espiritual
y entonces hacen falta más que nunca padres, aunque haya ya una tendencia
a decir bueno quiero independizarme, quiero ya ser como hijo de Dios,
quiero funcionar y vivir como tal, pero todavía tengo esa necesidad
de que al padre lo encuentre cerca, y que lo tenga a mi disposición
cuando yo lo necesite, sea para llorar, o incluso para compartir lo
bien que estoy ¿no? Saber que lo tengo allí, y de esta manera no es
posible. Así es que esto es una cuestión ideal, sí que me gustaría que
fueran menos personas. Yo creo que sería mucho mejor, muchísimo mejor,
y además también a nivel de poder trabajarlo. Pienso que se pierde mucho,
hay trabajos y experiencias de personas que a lo mejor dicen 'bueno
sí, esto no me ha hecho nada a mí', 'a mí poco', 'a mi no me ha servido',
en cambio con menos gente, esa misma experiencia o no experiencia se
podría compartir y ver por qué no y al final siempre se sacaría alguna
cosa de provecho; de la otra manera se pierde bastante. Intentando llegar
a mucha gente se pierde mucho, entonces claro, es una cuestión de agenda,
yo no digo una selección, sino sencillamente los que no caben aquí,
que vayan otro día, que se diga: 'Bueno vamos a ser máximo 20 personas,
las primera apuntadas aquí y las que no pues no, esas se van a otro
día'. Eso sí yo creo que es vital para el funcionamiento, y el hecho
de poder trabajar de una forma más personalizada, por ejemplo yo he
tenido tantas preguntas por hacerle a Juan... Preguntas técnicas, de
la vida cotidiana, oye mira tengo, dudo,
creo esto, cómo le hago, cosas técnicas que me puedan aclarar y entonces
no he podido preguntarle, un pocoquizás ha sido culpa mía pero, quizá
eso es lo que hecho a faltar, y creo que eso me resta tiempo, pero comprendo
que es como es y lo acepto. Ahora, como tú me has preguntado, estamos
hablando de lo que se podría mejorar... y pues sí creo realmente que
debería ser con menos gente. Y respecto a este último punto
que estabas mencionando de que en la vida cotidiana necesitas alguna
indicación, ¿esto significa que realmente estás trabajando con las herramientas
que se te están dando, verdad? Recién he empezado a utilizarlas
más, porque en la última experiencia tuve un mensaje muy claro: 'No
se te va a dar más sino estás utilizando lo que tienes, porque es un
despilfarro'. Y no es una cuestión de limitación de energía, que la
hay para todos, sino de economía, es una cosa muy sencilla, es muy fácil,
es maravilloso, porque si tú tienes algo y en lo que estás haciendo
no lo utilizas, esto que tienes se pudre. La energía es así, es como
la vida, es constante cambio. Entonces se me dijo, bueno no se me dijo,
entendí yo, no fue ninguna voz la que lo dijo no, yo deduje, me vino
el flash y dije 'es así'. Me vino a través de preguntas que me planteé:
'¿qué quieres realmente, una experiencia mística, maravillosa, aquello
del corazón tal? Bueno eso ya lo conozco, lo sé, me gusta soy eso, pero
no, ¿qué quiero?, ¿quiero más?, ¿quiero saber más?' y luego me pregunté
'¿de lo que sabes, de las herramientas que tienes, ¿las estás utilizando
al máximo, al 100%?' Y me tuve que contestar que no, 'entonces pues
no se te darán más hasta que esto que tienes te lo trabajes, y lo utilices,
hasta hagas un uso de ello, porque sino esto que tienes se pierde',
es una cuestión de economía de recursos precisamente. Y es que antes
esto de los tiempos... digamos que la vida me aburría bastante, la vida
me solía ser bastante aburrida ¿no? Y pensaba 'es que yo a esto no le
encuentro nada', y ahora veo que puede ser realmente apasionante, y
es un aprendizaje personal. Lo que sucede.es que cuando estás aquí,
las coordenadas espacio-temporales son muy distintas de las coordenadas
mentales, son las mismas leyes, pero cambia todo, es otra cosa, es cámara
lenta, entonces esto que puede parecer al principio claro, a mí me ponía
muy negro porque tengo una tendencia a ser inmediato, entonces decía
'coño claro es que esto va muy lento, pero claro en el mundo de la energía
esto no es así, pero aquí, pero no, y todo esto' y es ahora que empiezo
a ver el arte de todo esto. Es como aquel que lleva a un tío a su cava
y le dice 'mira voy a descorchar una botella de este vino maravilloso
que tengo aquí', y coge el tío y dice 'a ver, oh está bien' y se lo
toma, y el otro dice 'no, no, a ver paladéalo, que haí está el truco',
¿no? Pues es lo mismo, es lo mismo estar aquí y tiene su compensación
esto de la manifestación en tres dimensiones, en este espacio-tiempo,
pues este es el arte, más que una técnica -que también lo es- es el
arte de estar aquí y disfrutarlo. Porque yo a veces me enrollaba mucho,
como me sé tridimensional, pero también me sé tan amplio, tan grande,
fijate si esto lo tuviera que hacer a través del análisis o del raciocinio,
me volvería loco ¿no? Pero si que es el arte de intentar adecuar y armonizar
todas estas infinitas partes de las que estoy compuesto, y ahí radica
todo eso ¿no? En el arte y en la atención, y en la conciencia. ¿Y en qué punto, si es que lo hubo,
fue que la vida dejó de ser aburrida para ti y empezó a ser fascinante? ¿En qué punto? Pues ahora...
pero aún estoy en proceso. Hay una cosa muy muy importante para mí que
es -realmente me he dado cuenta y tengo conciencia- que puedo manifestarme
aquí y ser, ser en acción,
ser de la manera que quiera. Todos estos hijos míos que tengo aquí que
son míos, son amenos porque no son algo que me estorba, sino que bien
uniformados y en su sitio con el amor del padre, pero con disciplina
también, son una manifestación de cada momento. Yo por ejemplo puedo
mostrarme así tranquilo y relajado, como estoy hablando o puedo también
jugar a ser por ejemplo mucho más apasionado o más firme, o más maravilloso,
o eso tal, depende del momento, y entonces te das cuenta que estas son
las herramientas de representación y ahí esta el arte, el arte es saber
o manifestarte en cada momento con esos personajes que tienes a tu alrededor
y que además así les das la vida y ellos contentísimos por formar parte
del arte, de la representación sublime que es la vida porque no deja
de ser una obra de teatro maravillosa, ¿no? Es como decir, 'yo estoy
aquí y me da un cierto miedo y estoy un poco así', ¡y coño si soy libre
para ser cualquier cosa!
¿Y
qué quieres ser ahora? ¿Y ahora qué quiero ser? Todavía
no lo sé, te lo juro, no sé hay gente que lo sabe, y yo siempre he pensado
'ostía que suerte este que sabe que es músico, tiene vocación y actitudes
para músico', y yo ostía, yo siempre he estado buscando además donde
está mi casa, mi bandera, mi tal... se pasa de una cosa a la otra, y
claro vas cambiando de conceptos y de ideología, pensando que cuánto
más amplia mejor, ¿no? Porque además lo encontraba bello ¿no? Cualquier
concepto que yo pudiera entender, cuanto más amplio mejor para mí, porque
era un descubrimiento sí, pero nunca lo encontré ni lo voy a encontrar
ya, pero ya no lo busco, por suerte ya no lo busco. Eso es una cierta
responsabilidad y un cierto temor, como decía From miedo a la libertad,
porque hay una parte de mí que forma parte de estos personajes que tienen
miedo claro, de la vida, de tantas cosas no, y allí está la cosa y esto
a nivel de componentes psicológicos, culturales, familiares, de toda
historia, que es esto lo que intento trabajar, pero realmente está aquí,
es, esto: la vida esta a mi disposición. Ahora me doy cuenta de que
la vida no es algo externo sino que es una gran madre que me acolcha,
que me tiene en sus brazos, que puedo confiar, en ella, y apartir de
aquí puedo manifestar todo eso. Y es lo que más me está costando, este
es mi aprendizaje, cómo lo concreto, y ahí estoy. Estamos tan parecidos tú y yo en
varias cosas... por ejemplo en la segunda experiencia yo me regalé mucho
cosas que quiero tener para mí y para los demás, ¿no? Y ahora estoy
en la fase de cómo bajarlas, cómo manifestarlas, y me cuesta mucho trabajo
eso que entonces me parecía muy fácil porque lo tenía muy claro, sabía
cómo iba a hacer cada cosa, y tenía tanta seguridad y todo, pero cuando
regresé, la seguridad se había quedado allá, y estoy de nuevo en lo
material-cotidiano y otra vez tengo todas las dudas y ya no sé como
hacer realidad estas cosas que entonces eran absolutamente sencillas... Sí, es una cosa así, es un efecto
secundario. Después de la primera experiencia anduve dos días en el
cielo y luego quince días deprimido porque veía el contraste de una
vista insalvable y estaba andando yo en en otra cosa, en mi trabajo
con mi familia a la que adoro ¿no? Pero no era eso no, no es eso, que
es el encontrarte, suspender la fantasía de la separación, la separación
de la totalidad. Otra de las cosas importantes que también te da esto
es el sentido de pertenencia. de ser uno
con y no es un concepto, pero es un vislumbre de algo que no llega
a convretarse totalmente al cien por cien, al menos no por el momento,
pero lo quiero ¿eh? En esta vida es lo que más anhelo. Ayer vino una
señora que debe tener unos ochenta años, es una clienta de aquí, venía
muy de vez en cuando y siempre decía 'Oh esos libros', con sus gafitas
'He leído este y el otro' y ayer y estaba allí y me dijo 'He, oye',
y la vi, me giré y la vi, me miró a los ojos y digo '¿Qué te pasa? Estás
iluminada', y realmente lo estaba, te lo juro. Lo está, está en paz
y con esta alegría de vivir taan intensa, y me miraba y me decía 'Te
has dado cuenta', y yo '¡Ccomo no, si estás... Dios mío cómo me alegro
de verte como estás, porque no es cómo estás, sino como eres' ¿no? Y
no nos hicieron falta palabras, nos quedamos mirándonos largo rato.
Era una anciana que no se qué le quedará de vida, pero ya me es igual,
lo ha conseguido . Estaba radiante, estaba irradiando y lo sabía. Yo
tengo como una cierta nostalgia de eso que ni siquiera lo defino bien
pero siento que está aquí en el corazón, es como un recuerdo de algo
que aún no ha ocurrido o una nostalgia de algo que aún no conozco... Una sensación de no estar adaptada,
sí, claro, claro, el recuerdo de ser uno con el Padre ¿no? A ver...
de manifestar constantemente eso ¿no? Lo que pasa es que también tengo
una cosa muy clara, ¿eh? Karina, esto que hemos hablado antes del cuánto
más vacío estás... Este es el gran miedo, el miedo del ego es no apartarse
estar siempre ahí ¿no? Al menos esta parte, ¿por qué?, es la gran duda
decir 'bueno, sí ahora yo me pongo en blanco y dejo el timón aquí pero...
¿y si hay algo más?' Y las dudas... y sí, da miedo dejarnos ir, ser
instrumentos perfectos, canales perfectos de la divinidad por decirlo
de alguna manera ¿no? Esto es lo que a una parte de nosotros nos asusta,
la parte que quiere mantener el control. Es igual, esta es la parte
de nosotros que está acojonoda, es algo que da pavor, es el miedo a
la aniquilación que tiene esta parte ¿no? que es la que dice 'bueno
pero si pasa esto yo voy a dejar de ser' y se equivoca porque saldría
ganando... Sí claro... Yo como que ya tengo
bien afianzado el concepto de que sí, que así es y de que el sistema
de creencias del ego, visto desde cualquier ángulo, es una cosa muy
incoherente e innecesaria y de la cual hay que salir, sin embargo, no
sé cómo salir sin volver a entrar, aún no. Mira el Juan decía el otro día
que era como una lucha constante. Yo personalmente ahora no lo veo en
estos términos porque cualquier cosa contra la que luchas se hace grande,
cualquier cosa. Entonces a mí me parece que es una cuestión de asimilar,
de ver, de comprender la conciencia ¿no? La conciencia-inteligencia
todo lo sana, entonces hay que llevar el miedo ante ella, que es lo
que decía él, que el miedo cuando se le mira desaparece, ¿no? No se
escapa, es que se deshace, no hay lugar allí para él... Y eso ya es sólo cuestión de tiempo,
¿no? porque cuando ya identificaste que este es tu peor miedo y logras
ver que aquel miedo no existe, que es una ilusión, entonces es como
que vas despertando y ya no es lucha, como dices, sino que es darte
cuenta de como son las cosas en realidad ¿no? Claro, darte cuenta y además
convencer de alguna manera a esta parte de ti, que tú le llamas el ego,
pero yo incluso puedo decir ¿ego? Pero si esto no es un ladino asqueroso que me hostiga, no. En realidad es un niño
dolido también, que tiene mucho miedo, entonces dale amor y respeto
y dile 'tranquilo no te va a pasar nada, todo lo contrario vas a formar
parte de algo nuevo, tranquilo no pasa nada y esto es algo que tenemos
programado'. Y es así como yo lo veo. Las veces que he estado luchando
siempre me salía, al final por cansancio no por inteligencia, por cansancio
es curioso ¿no? Que al final dije '¡tiene que haber otra manera, porque
esto no puede ser!' y al final eso es. Como yo acogí a los hijos que
formaban parte de mí, porque yo ni lo pensé, sencillamente surgió de
mí este afecto de decir 'son míos, algún día no los tendré pero ahora
son hijos míos, bueno', y era miedo, tenía que hacerme responsable y
además con un amor increíble hacía ellos ¿no? Y yo creo que es lo mismo con el ego,
porque el ego es la suma de todo esto, y luego van saliendo conceptos
que puedes transmitir aquí ¿no? Los conceptos de psicosintésis que es
una psicología transpersonal también. Yo cuando leo ahí las subpersonalidades
del yo, digo 'coño esto es lo que yo ví', y lo vi en la empresa luego,
al cabo de unos tres meses de la experiencia. ¿Cómo fue esto, puedes explicarlo? Sí. Todo ha sido muy curioso,
porque luego de haber tenido la experiencia es que he leído conceptos
y categorías para mi vivencia. Trato siempre de ver la realidad y la
experiencia sana que tuve, pero para mí es importante también tener
estas referencias, pues como todo está interrelacionado puede venir
a este mundo -aunque luego se pierda-, en forma de símbolos o mediante
las palabras. Lo que es un hecho es que todas las partes de mí quieren
entenderlo todo, por eso estoy aquí ¿no? Por eso entrar aquí no significar
decir, 'ah esto es una mierda, esto es materia, no es espíritu', coño
esto también es espíritu claro, y esta dicotomía es la que nos ha hecho
sufrir tanto a tantos durante tantos miles de años sobretodo... ¿Esta es la paz que encuentras
ahora? ¿El estar aquí sin encontrarte extraño? Sí, exacto, sí, sí, esto ha
sido fundamental para darme tranquilidad y una cierta paz. Porque realmente
hasta me he engordado aunque no lo parezca, me he engordado 3 kilos¿eh?
Y como buen aries devoro, pero claro tenía tanta energía e intensidad
interna que siempre me consumía todo. Y ahora desde hace dos meses he
ganado tres kilos y medio, y eso tiene que ver con esta tranquilidad,
hay algo que se ha sosegado, algo ya está tranquilo. Falta mucho ¿no?
pero ese algo que se ha sosegado es lo que deja respirar al cuerpo y
poder expandirse también, o sea que esto se trata de todo un camino
al que estoy muy agradecido. Esto de la abuelita ayahuasca
aparte de dos años de terapia personal que me decidí hacer, y naturopatía
también hace dos años... En fin, son varios frentes. Esto también es
mi camino, estar aquí hablando, cuando estoy comiendo, cuando estoy
en el lavabo, ahí está mi gran aprendizaje. La espiritualidad no es
algo que tú haces de seis a siete de la tarde para meditar sino que
tú eres espíritu y carne a la y con eso es con lo que tienes que trabajar.
El reto es maravilloso. Y este trabajo tuyo en una librería
esotérica te ayuda bastante ¿verdad? Porque es algo que te mantiene
constantemente en el tema del autoconocimiento ¿no? Sí, calro porque yo además soy
muy de fiar, a mí me vienen personas y me dicen 'oiga yo es que, es
que mire quiero...' Y yo les recomiendo 'toma este libro' o les digo
'¿porque no va usted a un psicoterapeuta? Sé que está usted sana, pero
vamos a ver, ya que me ha preguntado pues creo que no puede usted saltar
de aquí a aquí, porque estamos haciendo una serie de trabajos cotidianos
en aras a una idea de reconectarnos con la espiritualidad y eso nos
va a ahorrar todos estos sufrimientos'. Oye, hablando de que no puedes
ir de A a C sin haber pasado por B, ¿cómo ves esto de los entógenos?
¿Crees que sean caminos más cortos para llegar a la espiritualidad o
cómo lo ves tú? Bueno, yo creo que los antógenos
no son para todo el mundo, como no es para todo el mundo el yoga o el
ascetismo. Me refiero que todo el mundo tiene sus propias características,
cualidades, maneras. Todos vibramos en una frecuencia muy distinta y
esa es la maravilla también de la creación. Entonces no es algo que
dices 'ah le va bien a todo el mundo', pero sí que hay un cierto tipo
de gente que puede tener una afinidad a esto, y entonces esto lo que
te da es referentes. Te abre puertas como he dicho antes, entonces para
mí ha sido maravilloso porque en realidad he tenido que esperar muchísimos
años habiendo empezado tan pronto con sustancias psicotrópicas. Pero
nunca llegué a experimentar, como mucha gente, el LSD
que te lleva a estadios increíbles, pero he visto que la mayoría de
las personas luego se hunden porque no tenían una estructura para acoger
todo lo que habían visto. Entonces es como a un niño de dos años que
le das un un cuchillo para jugar. Lo más lógico es que se corte una
mano o que haga daño a alguien. En estos casos te haces daño a ti mismo,
porque es algo más de lo que tú puedes contener. Entonces creo que sí,
que los enteógenos son una herramienta que esta ahí y que sirve para
abrir puertas y como referentes, desde mi punto de vista, pero siempre
y cuando haya una estructura psíquica sólida y si no es así, entonces
se requiere un acompañamiento personalizado de la persona, no en un
grupo, sino con una atención personalizada porque si no puede ser verdaderamente
peligroso, porque te dan acceso a una serie de mundos en los que puedes
sentirte totalmente desbordado y entonces ¿para qué te sirve esto? Para
mí es así de simple, tiene que haber una estructura psíquica mínima.
Y muchas veces no tiene nada qué ver con la edad,
ya que gente de quince años es más madura que gente de ochenta
y conozco bastantes. Pero si no hay esta estructura quizá no se puede
aprovechar la experiencia en el mejor de los casos, y en el peor se
pueden perder pasos porque una experiencia verdaderamente traumática
puede tardar años en ser digerida. Así es que, es como todo, no es que
sea mala, ni es que sea buena en sí misma una experiencia de este tipo,
sino que depende de la preparación del individuo y de las circunstancias.
Ferrán,
pues muchísimas gracias hermano.
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