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Psicoactivos y Chakras |
Respecto a los efectos del azúcar sobre el sistema energético, nos dicen que afecta principalmente el chakra del corazón, el plexo solar y el primero. ![]()
En el caso del azúcar, Danna y Andrew comienzan advirtiendo: Algunas de las cosas que decimos a continuación serán difíciles de pasar porque a quienes abusan del azúcar no les gusta considerarse a sí mismos como adictos. [...] El azúcar ES UNA DROGA, quizá no altere tu conciencia de una manera obvia e inmediata como el alcohol o las pastillas, pero produce cambios en el estado físico, emocional, mental y espiritual del usuario. Y como cualquier otra adicción, es devastadora en esos cuatro niveles.
Antiguamente, según los autores, el consumo de cosas dulces, al igual que el resto de la comida, estaba sujeto a la disponibilidad que permitían los cambios de estaciones: Antes no teníamos postres todos los días. Al igual que el alcohol, su uso estaba limitado a ocasiones especiales, días libres, fiestas y celebraciones. Había celebraciones tribales y familiares que solidificaban los lazos de los grupos. Para muchas culturas, las únicas ocasiones en las que se consumían cosas dulces era en las celebraciones matrimoniales, y este recuerdo inconsciente aún puede estar influenciando nuestra inclinación por el azúcar cuando tenemos una adicción provocada por deficiencias previas en el chakra del corazón. [...] No importa que tan delicioso pueda ser, los ritmos corporales de asimilación de los alimentos dulces, han sido tan trastornados como los de reposo y trabajo, y ya no nos comunicamos con nuestros cuerpos para ver lo que necesitan. [...]
El azúcar es una droga Algunas de las cosas que diremos en este capítulo serán difíciles de digerir. A quienes abusan del azúcar no les gusta considerarse adictos. Piensan que si comen demasiado azúcar es sólo porque adoran el sabor de lo dulce. El azúcar ES una droga y aunque no altere tu conciencia de forma tan inmediata y obvia como el alcohol o las pastillas, produce cambios en los estados físico, emocional, mental y espiritual del usuario. Como cualquier adicción, es devastadora para estos cuatro niveles. Parte de la naturaleza de las adicciones consiste en negarlas. Parte de la naturaleza de los adictos consiste en señalar a otros adictos y decir “Mi problema no es tan grave como ese”. Los adictos al azúcar, en particular, sufren de esta forma de negación, en parte porque hay una gran negación en nuestra cultura a considerar el poder del azúcar como una droga. Los anuncios comerciales nos empujan a ella, las situaciones sociales nos empujan a ella, las gigantes corporativas alimenticias nos empujan a ella. La negación viene también del hecho de que, como veremos más tarde, el azúcar causa problemas en el plexo solar, la sede de la auto estima. Para aliviar el auto-odio resultante, los adictos al azúcar tratan de demostrar lo correcto de su adicción. Mantén la mente abierta con respecto a esto, ya sea que seas o no un adicto al azúcar. Mantén la mente abierta acerca de lo que diremos aquí. Parte de ello se registrará y trabajará en tu conciencia superior, no importa que tan vehementemente lo rechaces en el nivel de la conciencia. Lo que es y lo que hace el azúcar La mayoría del azúcar viene de la planta de la caña, el tallo de una hierba perenne nativa de Asia. Cerca de un tercio del azúcar que consumimos viene de la remolacha dulce o de sólidos o jarabes de maíz. Todos ellos son extraídos de las plantas mediante un proceso químico para darnos el azúcar refinado. La miel y el jarabe de maple están menos refinados y tienen más micronutrientes que el azúcar refinado, que ayudan al cuerpo a absorberlos y metabolizarlos mejor. La melaza, un subproducto del azúcar refinado, también contiene muchos de estos nutrientes. Sin embargo, son igual de adictivas porque químicamente siguen siendo la misma sustancia y tienen efectos muy similares sobre el cuerpo energético. Es importante saber que aunque te comas diez brownies al día hechos con los más saludables ingredientes, de todos modos eres un adicto al azúcar Los almidones están íntimamente relacionados al azúcar metabólicamente –como lo está el alcohol– de manera que también es posible ser adicto a los almidones. Los almidones son carbohidratos y el cuerpo descompone todos los carbohidratos en glucosa y oras clases de azúcares. En el sur de los Estados Unidos hay personas pobres de color que se comen cajas de almidón de lavandería en forma pura debido a su adicción al almidón. Mucha gente que come almidón de más puede enorgullecerse de no ser un adicto al azúcar, pero eso es como quien bebe varias cervezas al día y se anima diciendo que nunca ha probado las bebidas fuertes Para ser breves, en este capítulo hablaremos principalmente del azúcar, pero si los almidones son tu droga, también estaremos hablando de ellos, aunque mencionemos únicamente la palabra azúcar. También haremos notar que este capítulo y el del alcohol son un par (igual que los capítulos del tabaco y la marihuana), ya que ambos están químicamente relacionados y sus efectos en el campo energético son similares a pesar de que no afectan la conciencia exactamente de la misma manera. Como el alcohol y los barbitúricos, el azúcar y el almidón entran dentro de la categoría de depresores del sistema nervioso en términos de sus efectos sobre el cuerpo, aún cuando el azúcar actúe inicialmente como un energizante o estimulante. Entonces, comer de más cualquiera de ellos ocasiona depresión, aunque a menudo comemos de más cuando estamos deprimidos, de forma que esto puede convertirse en un patrón de reforzamiento. Una larga adicción al azúcar puede dañar no sólo al corazón, sino al hígado y al páncreas. Un páncreas dañado o sobre activado puede resultar en hipoglicemia, junto con un ciclo de subidas y bajadas emocionales. Cuando baja el nivel de azúcar en la sangre, también baja el ánimo y a menudo se consume más azúcar para subirlo de nuevo. Estos trastornos emocionales pueden continuar durante un tiempo después de haber detenido la adicción, hasta que se normalice el funcionamiento del páncreas. Una teoría causal es que una alergia a una sustancia como la azúcar, el almidón o el alcohol puede ocasionar un deseo por ella que conduce a la adicción. Y una vía de curación consiste en sanar la alergia o evitar la sustancia a la que eres alérgico o ambas cosas. Es importante mencionar que este capítulo se refiere más a la adicción al azúcar que al sobrepeso, aunque tendemos a verlos como equivalentes. Es muy difícil separarlos. Sin embargo, hay personas con sobrepeso que consumen en exceso una gran variedad de alimentos en vez de concentrarse sólo en el azúcar y el almidón, y hay personas delgadas que sólo comen azúcar y están enloquecidos por ella. Los usos rituales y estacionarios del azúcar en el pasado Debido a la necesidad, nuestra alimentación solía seguir un patrón cíclico, que consistía de manera principal en los alimentos de temporada que estuvieran disponibles en cada lugar. Nunca comíamos postres cada noche de la semana. Tal como el alcohol, solían estar limitados a las ocasiones especiales: días sagrados, festividades y celebraciones. Eran celebraciones familiares y tribales que solidificaban los lazos del grupo. En muchas culturas, la única ocasión de comer cosas dulces era en las celebraciones matrimoniales y como veremos después, este recuerdo inconsciente aún nos influencia en nuestra elección del azúcar como una adicción que afecta al corazón. Después de la cosecha teníamos grandes festividades en las que todo el mundo comía, bebía, bailaba y amaba en exceso. Ahora están rompiéndose las conexiones tribales y familiares y tratamos de reproducir aquellas ocasiones extáticas comiendo azúcar todo el tiempo. En el invierno, comíamos más escasamente las cosas que podíamos preservar, secar, almacenar o cazar y no teníamos tanto trabajo físico, sino que pasábamos más tiempo realizando labores artesanales o descansando. Después de eones, nuestros cuerpos se adaptaron a estos ritmos, que son los mismos de la tierra. Hoy en día tenemos la tecnología para trabajar ininterrumpidamente todo el año y podemos comer todo lo que deseamos en cualquier momento del año, aunque venga del otro lado del mundo. Esto puede resultar una delicia, pero se han roto los ritmos de alimentación y el equilibrio entre el trabajo y el descanso, y ya no nos comunicamos con nuestros cuerpos para ver lo que necesitan. En muchas culturas y religiones, la comida se compartía en situaciones rituales. La comida era una declaración de amistad, un extraño que comía contigo se convertía en tu protegido. El ritual de comunión en muchas religiones afirmaba la conexión de las almas cuando compartían el pan. Hoy en día, comer juntos continúa siendo uno de nuestros principales actos sociales, aunque a menudo falte la comunión, falte la conexión entre los corazones y comamos de más para llenar el vacío. La comida como una herramienta de poder La comida también tiene sus usos como herramienta de poder. Los nativos norteamericanos y otras culturas se comían la carne de animales tales como el lobo o el siervo de forma ritual para adquirir la fuerza, el valor y la astucia de ese animal. Las comuniones rituales, desde los tiempo primitivos a los de las iglesias actuales, constituyen una supervivencia del pensamiento mágico, de forma que comer el cuerpo y la sangre de Jesús se supone que te dará su santidad. El canibalismo en realidad era un ritual religioso en el que al comer la carne del enemigo se suponía que se adquiría su fuerza. Hoy en día todos recordamos débilmente que la comida era mágica y se usaba como herramienta de poder. A una persona que está enferma o alterada, le decimos: “Come, que te dará fuerzas”, aunque seguramente el ayuno sería mejor para el cuerpo en tales situaciones. Entonces, estamos programados desde niños para ver a la comida como una fuente de fortaleza y entre más fuerza necesitemos para cumplir nuestra visión, más comemos en busca de ella. El combustible de nuestros cuerpos es la glucosa, nuestra herramienta de poder más directa y poderosa. De forma que el abuso de la sucrosa, que está cercanamente relacionada, se debe parcialmente al combustible y nuestros alimentos están muy faltos de energía debido a todo el procesamiento. Confundimos comida con energía y comemos cuando estamos drenados. Después de todo, los comerciales nos pintan el azúcar como una fuente instantánea de energía. Sin embargo, si la energía y la comida fueran lo mismo, entre más comiéramos, más energía tendríamos. Pero en lugar de ello, comer de más causa un cortocircuito de energía en el cuerpo. La comida procesada ha perdido su energía de fuerza vital, pero aún tenemos la expectativa de que la contendrá. Sería bueno que pusieras tus manos sobre tu comida y visualizaras una luz blanca o energía que revitalice una vez más la comida con energía de fuerza vital, para que puedas comer menos y sentirte satisfecho. La comida puede ser poderosa porque parece ser un medio excepcionalmente poroso que toma con facilidad las energías y emociones de aquellos que la manejan. Las galletas horneadas por la abuela llevan su amor y nosotros continuamos buscando ese amor en las galletas y dulces a lo largo de nuestra vida. A uno de los autores le dieron un pedazo de pastel de boda después de la fiesta y durante horas estuvo llena de la alegría de las personas que estaban allí, aunque no las conocía. No era un subidón de azúcar; era la clase de éxtasis que la gente busca en el azúcar y en otras drogas. La infelicidad y la alineación también pueden quedar impresas en la comida por todos aquellos que, aunque no lo deseen, forman parte de la cadena alimenticia. El resentimiento y la frustración de las amas de casa se imprime en la comida que preparan y muchas amas de casa no están felices ahora en sus roles. La carne carga dentro de ella con el terror del animal en el matadero. Una de las razones por las cuales el azúcar es tan devastadora es porque está saturada con la amargura de los trabajadores de la caña de azúcar, cuyas condiciones de trabajo no están aún tan lejos de la esclavitud. Todos sus sentimientos de infelicidad van al azúcar durante su crecimiento y procesamiento, todo su resentimiento, todo su dolor, todos sus sentimientos de impotencia. Cuando comes la comida, también llevas hacia dentro la infelicidad, resentimiento y alineación, sentimientos que los adictos a la comida tienen en abundancia. El azúcar es una sustancia tan envenenante que incluso tocarla puede envenenar tu conciencia. Más y más comúnmente, nuestra comida es preparada por los desamparados e impotentes –los trabajadores de los restaurantes y las cadenas de producción son los más bajos de la escala social y las amas de casa no reciben ningún respeto– de forma que no resulta sorprendente que sintamos menos y menos del amor que estamos buscando en la comida y sintamos más y más impotencia en ella. La comida era otra cosa cuando llevaba solamente la energía de los miembros de la familia que la cosechaban y preparaban. Talla, clase y poder Aunque éste es principalmente un capítulo acerca del azúcar como sustancia adictiva y no acerca de la obesidad, también hay algunos aspectos en los cuales tiene algo qué ver la cuestión del peso. Hace años, en las etapas primarias de la evolución del vehículo humano, tenías que ser grande para contener muchas de las energías espirituales que se necesitaban para estar en contacto con los guías o para llevar a cabo sanaciones. En este planeta, las mujeres aprendieron primero a sintonizarse con esas energías, de forma que había gruesas mujeres sacerdotisas y sanadoras que portaban esta clase de energías e inspiraban sabiduría espiritual a sus tribus. Debido a que el vehículo humano ha evolucionado y también lo han hecho los seres desencarnados, ya no es necesario arraigar estas energías en cuerpos grandes. Sin embargo tenemos una débil memoria racial de aquellos tiempos e inconscientemente tendemos a igualar el tamaño corporal con el crecimiento espiritual. De forma que muchos de nosotros, especialmente las mujeres que se están abriendo psíquicamente, ganan peso. Muchas psicoterapeutas y otras sanadoras también luchan con el peso y con el azúcar. Otra razón por la cual sacerdotisas, sanadores o chamanes de todas las eras incluyendo la nuestra, han luchado contra la adicción al azúcar o a su primo cercano, el alcohol, es debido a sus efectos en el centro cardiaco, de los cuales aprenderemos más en el presente capítulo. Las personas con estas habilidades hoy y siempre han tenido una relación particular con el grupo. Son respetadas, pero no amadas. El exceso de comida o de alcohol es un intento de compensarse por el aislamiento que les produce estar en esa posición. De la ecuación de poder espiritual con tamaño corporal, nos movimos después a la ecuación de tamaño con poder secular. Esto comenzó porque para muchas culturas antiguas, el poder espiritual era atribuido a aquellos con poder secular: los dioses/reyes y los sacerdotes/caciques. Conforme los dirigentes y otros altos oficiales se hicieron más y más seculares, continuaron identificando el tamaño corporal como un indicativo del poder. Se enlazaron juntos riqueza, poder y tamaño ya que en realidad sólo los ricos podían darse el lujo de comer en exceso en eras y regiones orientadas a la supervivencia. Entonces, también hay una ecuación inconsciente entre talla y riqueza. Hoy en día, el corriente rechazo y desdén a las personas de tallas grandes junto con la escasa movilidad de las clases bajas que están más cercanas al nivel de la supervivencia, aún sostienen esta ecuación inconsciente. No obstante, hoy en día, hay ciertas herencias que hacen que tanto pobres como ricos tiendan a tener problemas de sobrepeso. Aparentemente hay una tendencia heredada a tener más células grasas en el cuerpo, células que demandan ser alimentadas porque recuerdan débilmente estas cuestiones del poder o el hambre amenazadora que encararon sus antepasados. El cuerpo tiene una memoria poderosa que está mucho más fuertemente impresa que la del cerebro. En la antigüedad, donde imperaba la supervivencia de los más aptos, la gente cuyo cuerpo tenía más células grasas tenía mayores posibilidades de vivir y reproducirse. El problema de la obesidad es más serio entre las mujeres. Esto tiene mucho que ver con la falta de poder de las mujeres y sus relaciones con los hombres. Subconscientemente todos recordamos el matriarcado y los recuerdos de los abusos sufridos durante esa era están comenzando lentamente a aparecer en la superficie con el tema del poder entre hombres y mujeres. Está surgiendo ahora para que lidiemos con él de manera conciente en lugar de cargar con el odio inconsciente debido a la subyugación de las mujeres por parte de los hombres que a su vez reaccionaron contra el poder de la mujer durante el matriarcado. Sería fantástico poder decir que las mujeres siempre han sido criaturas gentiles, maravillosas y pacíficas, pero los recuerdos que están surgiendo en los círculos de la Nueva Era desafían esa noción. Para nuestra evolución colectiva necesitamos lograr un equilibrio entre el poder de los hombres y el de mas mujeres, y el lento progreso hacia ese equilibrio está comenzando ahora. Sin embargo, el conflicto y la tensión entre hombres y mujeres puede empeorarse antes de que mejore, conforme el tema se vuelve más conciente. Los hombres rechazan cruelmente, casi forzosamente, a las mujeres de gran talla debido a las memorias subconscientes de la era del matriarcado y las posteriores donde el gran tamaño era una necesidad para arraigar el poder espiritual. Los hombres inconscientemente quieren que las mujeres sean más pequeñas para dominarlas mejor. Las mujeres con serios problemas de peso a menudo son aquellas que están aprendiendo algo sobre el tema del reconocimiento y la utilización de su poder. Quizá en varios periodos encarnacionales hayan sufrido las consecuencias de sintonizarse con los poderes espirituales, como en la época de la persecución religiosa de las brujas. Y aquí también tiene lugar la mencionada ecuación de riqueza y poder con el tamaño corporal. Los estudios muestran que las mujeres con sobre peso son más pobres que los hombres con sobre peso y que entre más pobre seas, más probabilidades tienes de ser seriamente obeso. Las mujeres tienen que reconocer que pueden tener poder sin tener peso. Traer a la luz el recuerdo de que el sobrepeso alguna vez representó poder, les puede ayudar. Recordar que en nuestra historia encarnacional todos hemos vivido cientos de vidas tanto de hombres como de mujeres, también puede ayudar. La dependencia hacia el azúcar o hacia otras substancias está pasando de moda en nuestra evolución, tal como está pasando de moda el sobrepeso, pero todos necesitamos entrenarnos acerca de cómo ser poderosos en el nivel de los cuerpos sutiles para liberarnos por fin de la adicción. La revolución industrial y el crecimiento de la adicción a la comida Aunque el azúcar crece de forma natural en este planeta, es sólo a partir de la revolución industrial que el consumo de azúcar se ha multiplicado tan dramáticamente. A los seres humanos siempre les han gustado las cosas dulces como la miel, el jarabe de maple y otros endulzantes que se han utilizado cuando han estado disponibles. Pero como todo tiende hacia el equilibrio, el alivio del dolor emocional producido por el mundo industrial, requirió de una herramienta para abrir y estimular el corazón. El azúcar es la más simple y la más disponible aunque no necesariamente la mejor. Es una simple herramienta de poder y parece hacer el trabajo de abrir el corazón, pero sus poderes corrosivos ultimadamente deshacen el trabajo que alguna vez llevó a cabo. Este es el mensaje de todas las sustancias utilizadas como herramientas de poder. De forma que el movimiento colectivo hacia el azúcar indica una intencionalidad correcta y un pobre sentido de dirección. Nuestros patrones de alimentación del azúcar han aumentado de 5 kilos y medio al año por persona en 1810 a más de 58 kilos al año en la actualidad. También hay grandes cambios en los patrones alimenticios de las familias. Ahora comemos más de la mitad de nuestras comidas lejos de casa y la mayoría de los que sí comemos juntos lo hacemos en turnos escalonados o frente al televisor, donde la estimulación electrónica ocupa el lugar del intercambio de la energía cardiaca entre los familiares. Como veremos más adelante, el único lugar seguro para consumir azúcar es dentro de un grupo de personas a las que nos sintamos conectadas amorosamente, aunque debido a estos cambios en los patrones las conexiones familiares ya no son tan fáciles de establecer. La comida carece de la misma energía y fuerza que estamos buscando en ella, no sólo a nivel nutricional, sino en energía de fuerza de vida y amor, ya que es preparada por máquinas o extraños infelices, en lugar de con el amor y la concentración de un miembro de la familia. También han cambiado otras cosas como la desaparición del amamantamiento maternal que no sólo le daba al niño una sólida fundación física y ciertos agentes inmunes naturales, sino un fundamento del cuerpo energético y desarrollo de los chakras, debido a la recepción de energía por parte del campo energético y del chakra cardiaco de la madre. El amamantamiento ha sido reemplazado por una fórmula que contiene azúcar, de manera que la ecuación de azúcar con amor, se aprende muy tempranamente. Aunque está resurgiendo el amamantamiento, algunos adictos que nacieron en las épocas en donde estaba de moda no dar el pecho, pueden haber sido afectados por este déficit del cuerpo energético. Algunas fórmulas, como la de la leche condensada y algunos jarabes dulces (Karo) que estuvieron de moda una cierta temporada, también pueden habernos condicionado a desear dulces y a criar a nuestros hijos de la misma manera. La Segunda Guerra Mundial fue una válvula de escape en el desarrollo de nuestro abuso colectivo del azúcar. Nos abrió a la posibilidad de la destrucción planetaria. Con ella vino una renovación de la prosperidad, el fin de los terribles años de la depresión, pero junto con la prosperidad vino esta terrible vacuidad de contemplar la extinción. Queríamos simular una felicidad y una prosperidad que no sentíamos en verdad. Entre más vacíos nos sentíamos, más necesitábamos los engaños de la celebración. También estaba involucrada una cuestión de conciencia de clase. Durante la mayor parte de la historia, sólo los ricos podían darse el lujo del azúcar. Ahora, con la prosperidad, sentíamos que debiéramos de comerla todo el tiempo. Cada vez que comemos azúcar, apoyamos la mentira cultural de que todo está bien, que hay prosperidad interminable y que todo el mundo es feliz. A los niños se les dan dulces, galletas y botanas para cubrir los vacíos emocionales de la vida, la falta de verdadera vitalidad. Mientras, el azúcar se está convirtiendo en el mayor contaminante de nuestros alimentos, la delgadez se está volviendo el fetiche del siglo XXI. Como veremos en varios capítulos, las subidas y bajadas de la popularidad de las adicciones responden a las decisiones, condiciones y necesidades del colectivo humano. La delgadez vino a partir de los 1920s como un resultado directo del crecimiento de los anuncios. Conforme otras adicciones se vuelven cada vez menos aceptables socialmente –fumar en público, estar intoxicado– podemos volvernos cada vez más adictos al azúcar. Al mismo tiempo sin embargo, hemos tomado la decisión colectiva de perfeccionar los cuerpos, de modo que estamos obsesionados con la delgadez y el ejercicio y cada vez se vuelve menos y menos aceptable estar pasado de peso. Estos dos conjuntos esquizofrénicos de demandas ponen en marcha mecanismos de imitación muy destructivos: comer y vomitar, la alternancia de atracones y periodos de hambre, y el uso de endulzantes artificiales, de los cuales hablaremos más tarde. El chakra del corazón: adictos al azúcar, adictos al amor La adicción primaria que tienen los adictos al azúcar es al amor, ya que el colapso del chakra del corazón en nuestra cultura, con todas las pérdidas y alineación, significa que muchos de nosotros experimentamos muy poco amor en nuestras vidas cotidianas. Una razón por la que surge la confusión entre el azúcar y el amor es que el azúcar ocasiona la llegada de un torrente de sangre hacia el corazón, de forma que pensamos que el chakra del corazón está siendo nutrido. Las palabras mismas que utilizamos [en inglés] para dirigirnos a quienes amamos muestran esta conexión: dulce, corazón dulce, terrón de azúcar, miel. Ultimadamente lo que el azúcar hace es debilitar las paredes del corazón y los vasos sanguíneos de forma que cada vez necesitamos más azúcar para experimentar el mismo torrente. En lugar de tomar azúcar para experimentar torrentes de amor, el adicto al azúcar puede nutrir el chakra del corazón mediante los ejercicios del primer capítulo. Sería bonito poder decir que todo evoluciona hacia estados más y más altos de conciencia, pero algunas cosas involucionan en una dirección paralela u opuesta debido a que el libre albedrío es un elemento de cada nivel de la realidad. Los planetas escogen moverse en la misma órbita una y otra vez, ese es un elemento de su libre albedrío. El orden es una elección libre que el universo toma, no una imposición externa. De forma que sería bonito decir que si escoges comer mucha azúcar tu corazón realmente se abrirá. Pero no necesariamente cada libre elección es la mejor. El azúcar se utiliza especialmente para manipular el amor de los niños. Siendo simplistas durante un momento, podemos decir que los adultos presentes en la vida de todos los jóvenes adictos al azúcar eran mentirosos. Simplemente no sabían cómo expresar amor a sus hijos y se mintieron a sí mismos y a todos los demás acerca del amor. Sus hijos crecieron creyendo que eran amados, pero ningún amor alcanzó sus centros cardiacos, lo cual los dejó secos y hambrientos de amor. Desafortunadamente mucho de lo que llamamos amor es manipulación. Somos parte de una cadena de gente –nuestros padres, abuelos, bisabuelos– que se criaron siendo manipulados y nunca aprendieron cómo amar Las mujeres en roles tradicionales dan sus corazones a aquellos que nutren interminablemente y no obtienen mucho amor ni reconocimiento por ello. Sacan mucha energía de sus corazones, pero regresa muy poca. Esto las coloca en la tentación de caer en la adicción al azúcar para llenar el vacío de la energía cardiaca. Y más tarde el centro cardiaco se cierra debido al azúcar y a la tristeza y circula aún menos energía. Los dolorosos sentimientos de aislamiento, alineación y desamor que resultan difíciles de tolerar y en esta cambiante sociedad nuestra las redes de apoyo que alguna vez existieron –familia, vecinos, amigos– están rotas o constantemente interrumpidas. Cada vez es más difícil encontrar una relación duradera y comprometida. Muchas veces el azúcar no es suficiente, de forma que las mujeres en estas situaciones pueden ser empujadas hacia múltiples adicciones para aliviar el dolor: tabaco, compras compulsivas, incluso un poco de valium. Es muy difícil para los adictos a la comida abandonar el azúcar sin sentir que están dejando ir el amor. Hay que comenzar cobrando conciencia de que el azúcar es una herramienta de manipulación, una forma que tienen las personas de intentar que los ames, que les des lo que ellos no tienen. Si tu abuelo te da un dulce y te dice, “Te quiero”, lo que puede estar diciendo en realidad es: “Más vale que me ames”. Las personas canjean el azúcar por ese torrente de amor que sale de tu centro cardiaco. Los hombres regalan dulces o chocolates durante el cortejo por la misma razón. Este mecanismo no es muy distinto del alcohol o la marihuana ofrecidos en un espíritu de “compañerismo y pertenencia” por amigos que beben o gentes que te emborrachan o te colocan para seducirte. Este canje de amor te deja solo con un vacío cuando termina. Tu centro cardiaco ha sido vaciado y tú buscas los químicos para llenar este vacío. Un cachorrito o un gatito pueden enseñarte más acerca del amor que una galleta. EJERCICIO: Para descubrir la diferencia entre la comida y el amor Si aún sigues confundiendo el azúcar con el amor, trabaja en este ejercicio perseverantemente cuando surja la tentación. Una de las cosas poderosamente seductoras del azúcar es que todos nosotros conocemos internamente la pureza de la luz blanca y el azúcar es tan blanca... Pero la blancura del azúcar es venenosa y otros venenos también son blancos, como la heroína, la cocaína y el harina refinada. Estos son los pasos: Imagina que estás sentado en una burbuja de luz blanca que es tan pura como el amor. Visualiza el azúcar o cualquier otra comida que desees fuera de tu burbuja. No la traigas dentro de la burbuja, sólo déjala en el exterior a la altura de tu corazón. ¿Qué pasa entonces con la luz? Ahora aléjala y deshazte de ella. ¿Qué pasa ahora con la luz? Esta es la parte verdaderamente valerosa del ejercicio. Ahora tienes la experiencia acerca de cómo afecta la sustancia a la luz y has experimentado el amor puro de la luz blanca. Ahora imagina afuera de la burbuja una persona o situación de tu presente o de tu pasado donde creas que se te haya profesado amor y sentido de pertenencia. Tráela dentro de la burbuja y mira lo que pasa. Es un papel tornasol para saber si es amor puro o no. No siempre se trata de un caso claro, pero algunas veces se irá toda la luz. Otros chakras afectados por el azúcar En el capítulo uno hablamos acerca de la tendencia de un chakra bloqueado o dañado a derramarse sobre los chakras de los lados. En este caso, el daño ocasionado por el azúcar al chakra cardiaco se derrama más fuertemente sobre el plexo solar. (También hay algún derramamiento hacia el centro del timo.) El adicto al azúcar sufre de una agonía de auto-odio. Sí, es verdad que la sociedad refuerza poderosamente esta situación con sus prejuicios y el tratamiento burlón que reciben las personas pasadas de peso. Sin embargo, en este caso, el envenenamiento del plexo solar es lo que inicia los sentimientos de auto-odio y el adicto al azúcar, buscando racionalizar por qué tiene lugar este sentimiento, busca la explicación en las condenas de la sociedad. Además, cuando la energía está bloqueada en chakra cardiaco, la persona no se siente amada y la turbulencia resultante en el plexo solar, se traslada al corazón: “Debe haber algo mal en mí si nadie me ama”. El azúcar también tiene un poderoso efecto en el primer chakra, al jalar la energía de allí para llevarla hacia arriba, en un torrente de energía hacia el corazón. También hay efectos secundarios en término de los daños que la vida moderna ha ocasionado en el chakra raíz. Nos movemos constantemente y constantemente estamos perdiendo personas porque nos mudamos o ellos lo hacen. Las conexiones con la familia de origen frecuentemente se rompen. De alguna forma pensamos que estar arraigados y nutridos es lo mismo, de forma que nos sentimos atraídos hacia los dulces cuando nos sentimos desarraigados. Sentimos movimiento en ese chakra al comer azúcar, pero fallamos al darnos cuenta de que ese movimiento es hacia fuera de chakra raíz, en lugar de hacia él. Conforme más y más gente sufre de falta de arraigo y pérdida de los lazos familiares, nos sentimos más y más atraídos por el azúcar y lo ponemos en todo. Las empresas alimenticias encuentran que el azúcar vende productos, de forma que hay más y más azúcar en nuestros alimentos. Las rupturas del chakra raíz pueden predisponerte a los problemas de sobre peso o al alcoholismo. (En el capítulo sobre el alcohol que es compañero de este capítulo hablaremos acerca del descubrimiento de que los norteamericanos hijos de inmigrantes tiene mayores tazas de alcoholismo que los mismos grupos étnicos en sus respectivos países.) Las rupturas del chakra raíz no sólo se dan a raíz de eventos traumáticos en esta vida, aunque haya muchos de ellos. Se pasan de una generación a la siguiente de dos maneras: hereditaria y encarnacionalmente. En la sucesión de líneas de vidas en el nivel de supervivencia, varias vidas en las que se sufre hambre producen estas rupturas. Como vimos anteriormente, las células grasas se transmiten en los genes, a través del mecanismo que asegura la supervivencia. Decimos también que las deficiencias en el chakra raíz también son hereditarias, ya que se transmiten durante generaciones mediante padres que no saben cómo nutrir plenamente los chakras raíces de sus hijos. En otro nivel, aquellos que han tenido vidas en las que han pasado hambre y trabajos muy duros pueden traer el recuerdo cuando encarnan de nuevo, ocasionando adicciones al azúcar y al exceso de comida. Azúcar falso, amor falso Los endulzantes artificiales son productos del desencanto de la sociedad de que puedes tenerlo todo: come todo lo que quieras y permanece delgado. Mantienen la misma relación con la comida real que la que tienen las tarjetas de crédito con el dinero real. Los endulzantes artificiales, al ser sintéticos, casi pertenecen al capítulo de las drogas sintéticas, tal como el azúcar puede ser incluida en la categoría de las drogas que son derivados orgánicos procesados como la cocaína y la heroína. Quizá no alteren la conciencia tan profundamente como lo hacen los Qualudes [una marca de sedantes hipnóticos], pero dañan el campo energético, además de ocasionar daños y alteraciones al cuerpo físico. Los endulzantes artificiales engañan al corazón para que se abra, son amor falso, más falso que el azúcar. Del azúcar por lo menos extraes cierta clase de subidón que ocasiona la entrada del torrente sanguíneo extraído del primer chakra. Conforme pase el tiempo, encontraremos que los endulzantes artificiales dañan el corazón aún más que el azúcar o el alcohol, porque el centro cardiaco resiente ser engañado de esa manera. Ya se sabe que estas sustancias causan cáncer y la gente está cobrando conciencia de que son adictivas y causan depresión. La depresión está relacionada con el hecho de que el corazón ha sido engañado para que se abra, pero no hay energía amorosa que entre como torrente a la apertura. Estamos atrapados en los endulzantes artificiales debido a la desesperada falta de amor en el mundo de hoy. Nos volvemos adictos a la apariencia como una herramienta de poder para hacer que otros nos amen, pero el “amor” basado en la apariencia no es real, de forma que recurrimos al azúcar. Pero el azúcar nos engorda y estar gordo dificulta encontrar amor, de forma que los falsos endulzantes se vuelven más atractivos. Los postres y los refrescos de soda no son verdaderos alimentos y aquellos endulzados artificialmente, aún lo son menos. De forma que todavía no formulamos la pregunta verdaderamente fundamental: ¿Nuestra comida es nutritiva y sostiene el proceso de vida en el nivel celular? Si la cantidad de dinero invertido en promover, consumir e investigar los endulzantes artificiales lo gastáramos en mejorar la calidad de la vida humana, no tendríamos tanta necesidad de endulzantes, reales o artificiales. Y mientras tanto, millones de personas se están muriendo de hambre. EJERCICIO: Las sacudidas de azúcar: para sacar el azúcar de tu sistema Es bueno hacer este ejercicio cuando tengas azúcar en tu sistema y para las limpiezas de largo alcance cuando hayas abandonado el azúcar. En el pasado reciente se prescribían paseos en caballo cuando habías comido de más debido a la acción de esta misma sacudida gentil. Realiza estos pasos: Recuerda que el azúcar es un veneno. Para contra atacar esto, rodéate con una burbuja llena de vapor verde. Imagínate que inhalas el vapor cada vez más profundamente con cada inhalación hasta que tu cuerpo entero esté lleno de él. Siente este verdor limpiando y revitalizando tu sistema. Ponte de pie y comienza a hacer vibrar tus brazos y piernas. Deja que las vibraciones se esparzan por tu cuerpo. Respirando profundamente, continúa durante un minuto o dos, hasta que te sientas limpio por dentro.
EJERCICIO: Luz dulce, una herramienta de amor Los adictos al azúcar a menudo buscan el amor en lugares seguros, lejos de las amenazas del contacto humano. Pero como el azúcar es tan letal como cualquier otra mala relación, este ejercicio está planeado para aquellos momentos en que la soledad y la desesperación nos conducen hacia algo azucarado. Para reemplazar el azúcar, sigue estos pasos: Siéntate en tu burbuja de luz blanca. Conforme inhales, imagina que tu cuerpo está siendo llenado con una suave luz color rosa, entrando por tu nariz y esparciéndose lentamente por tu cuerpo entero con cadarespiración. Siente que esta luz rosa se arremolina en tu corazón. Permítete sentir cualquier tristeza que te esté empujando hacia el azúcar. Permite que la luz rosa se dirija hacia el lugar donde está la tristeza y la limpie. Ten conciencia de que la luz rosa tiene el poder de satisfacer esa necesidad de otra forma. Siente la luz rosa en tu lengua y nota que es más sanadora de lo que puede serlo cualquier dulce. Afirma tu capacidad para encontrar amor dentro de ti. Ten conciencia de que cuando lo hayas hecho estarás en una mejor posición para atraer el amor correcto hacia ti desde el exterior, llevando contigo un leve brillo de luz rosa en tu corazón. Entre más repitas este ejercicio, más fácil te será hacer que el cambio ocurra en un instante, en cualquier momento, en cualquier lugar y en cualquier espacio, en un segundo, en casa, en un café, en cualquier lugar en el que estés a punto de comer algo dulce. Trabaja con la luz rosa como algo saludable que puedes hacer para ti mismo. También te recordamos que si aún estás consumiendo azúcar, los ejercicios del primer libro serán tan útiles para ti como para aquellos que utilizan drogas más duras. El uso adecuado del azúcar El azúcar es una herramienta de poder cuyo uso adecuado es la liberación de una energía que electrifica los sentidos y aumenta el placer emocional. El cuerpo sólo puede tolerar el azúcar una vez al mes como máximo. Las vibraciones del azúcar sólo pueden ser canalizadas y absorbidas cuando tu energía personal está unida por las energías de un amoroso grupo de amigos, y seguido por una actividad que dirija y libere esta energía que ha sido llevada hacia arriba. Probablemente la mejor opción sea bailar, o cantar en grupo, o una serie de carreras de relevos o un partido de fútbol en el césped. El azúcar expande y libera la percepción. El regalo del uso adecuado del azúcar consiste en una perspectiva diferente, más grande y más elevada. Para que el cuerpo no sea quemado por el poder del azúcar, se requiere la energía elevada de un grupo y la liberación de ciertos químicos en el cuerpo que tiene lugar únicamente en festivales de alegría. Sin un grupo que recicle la energía, sin la actividad de un grupo que la disipe, cualquier energía liberada se pierde. De ahí que la depresión surja después de sentarte solo con un refresco de cola o un bote de helado. Para usar el azúcar adecuadamente, reúnete con amigos una vez al mes, quizá durante la luna llena. Tomaros de las manos alrededor de vuestro alimento azucarado, rodeaos individual y grupalmente con una luz blanca. Entonces, cada uno de vosotros debe dirigir luz hacia el postre. Comedlo, danzad o cantad hasta que hayáis utilizado la energía que haya sido subida por el azúcar y movida fuera de vuestros sistemas. Incluso en estas reuniones, come con moderación. Este es el uso adecuado del azúcar. Para evitar un uso incorrecto, elimina todo el azúcar de tu dieta. Esto significa tener que revisar todas las etiquetas de las comidas para ver si contienen cualquier sustancia azucarada: sirope de maíz, dextrosa, fructosa, berley malt, miel o jarabe de maple. Hay azúcar escondido en el pan, la ketchup, los cigarrillos, las frutas enlatadas, las cremas o natas que no contienen lácteos, los medicamentos para el catarro y muchos otros productos insopechados. Popularmente se cree que la miel y el jarabe de maple son buenos sustitutos del azúcar. Aunque contengan minerales y otros nutrientes y aunque no traigan consigo el resentimiento de los trabajadores de los cañaverales de azúcar, continúan siendo azúcares cuando se descomponen dentro del cuerpo. Si lo necesitas, comienza reemplazando el azúcar procesada por endulzantes naturales, pero con la intención de eliminar eventualmente de tu dieta todos los endulzantes, excepto aquellos consumidos durante tu celebración mensual. Esencias y piedras para reemplazar el azúcar Todas las esencias que se dieron para el chakra del corazón pueden ayudarte en tu sanación, especialmente BLEADING HEART, TURQUOISE, RUBY y ROSE QUARTZ. APRICOT y BABABA son ambos extremadamente útiles para la hipoglicemia que a menudo acompaña a la adicción del azúcar. POMEGRANATE es excelente para los adictos al azúcar a fin de equilibrar los extremos emocionales debidos a la falta de nutrición infantil. SUGAR BEET y SUGAR CANE están disponibles ahora como esencias, pero aún no hemos trabajado con ellas. El azúcar refinado es una forma cristalina, de manera que los adictos a ella pueden vibrar especialmente con los cristales, siendo el cuarzo transparente especialmente útil. Sin embargo, el cuarzo rosa es la piedra principal del chakra cardiaco y no podemos recomendarla lo suficiente. Utiliza un collar hecho con cuentas de cuarzo rosa, no necesariamente caro o utiliza un colgante de esta piedra en una cadena con el tamaño exacto para que quede a la altura de tu centro cardiaco. Limpia la piedra frecuentemente en RESCUE REMEDY o elíxir de CUARZO ROSA: Duerme con un pedazo de él cerca de ti o créalo en tu imaginación cada noche un enorme huevo iridiscente de cuarzo rosa rodeando la cama en la que duermas. Esta es una herramienta de cristal que puedes utilizar para sustituir al azúcar cuando te den ganas de comer dulces: Necesitas una pieza de cuarzo rosa del tamaño de una nuez y una pieza de cristal transparente un poco menor. Sostén el cuarzo rosa en tu mano izquierda y el cuarzo transparente en la derecha. Cierra los puños y siente la energía subiendo por tus brazos hacia tu pecho. Abre el campo energético de tu corazón y estómago para que sea llenado por esta energía confortable y cálida. Ir a: Alcohol |
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