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CONTENIDO
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Origen Los antiguos egipcios
dejaron testimonio de sus conocimientos sobre el beleño en el Papiro de Ebers que data de unos 1500
años a.C. Se cree que los egipcios se valían del aceite de beleño para
el alumbrado. Homero describió algunas bebidas mágicas cuyos efectos
parecen indicar que el beleño era su principal ingrediente. Desde tiempos
muy remotos se conoce la propiedad del beleño para mitigar el dolor
y se empleaba para aliviar los sufrimientos de los sentenciados a tortura
y muerte, ya que tiene la ventaja de que no sólo alivia el dolor sino
que induce a un estado de completa inconciencia. Además, el zumo hervido
de esta planta, forma una jalea blanca y brillante, que puede usarse
en pintura y las hojas se utilizan para teñir la lana de color aceitunado. Etimología Hyocamus, el nombre latino de la planta, viene del griego byos, cerdo, y Kyamos, haba. En opinión de Saury (18), ninguna explicación
ha aclarado satisfactoriamente el porqué de esta denominación. Identificación
Composición
Formas
de adulteración Ninguna. Mecanismo de acción y formas de empleo Tradicionalmente, con las hojas
del beleño se preparan tés o decocciones. En usos rituales o recreativos
las bayas se utilizan tal como las de la belladona, esto es, se aspira
el vapor que producen al quemarse. Al igual que la atropina, la iosiamina
y la hioscina en dosis bajas bloquean los receptores de la acetilcolina
deprimiendo los impulsos de las terminales nerviosas; mientras que en
dosis elevadas, provocan una estimulación antes de la depresión. Usos terapéuticos De acuerdo a un libro que consigna
remedios antiguos (1), el beleño negro se usa en casos de hipocondría,
cólico de plomo, enajenación mental, epilepsia, neuralgias y convulsiones.
Además, sus hojas frescas se aplican exteriormente en tumores y úlceras;
mientras que ya secas, se recomienda fumarlas en forma de cigarrillos
para las enfermedades del pecho. También se supone que hervidas con
leche, calman los dolores reumáticos crónicos. En la medicina moderna
los alcaloides del beleño tienen aplicaciones similares a las de la
atropina y otras especializadas como el tratamiento preventivo en casos
de asma bronquial y para reducir la secreción excesiva del tracto respiratorio
durante la anestesia por inhalación. Dosificación En la medicina natural se utilizan
de 2 a 10 gotas de extracto por vía oral; 10 a 20 gm de raíz pulverizada
para aplicaciones locales y vomitivos. En usos rituales se administraba
el extracto de 2 a 3 vayas. Efectos psicológicos y fisiológicos El célebre médico persa Avicena
describió que: "Los que lo comen se salen del sentido, creen que
les azotan todo el cuerpo, tartamudean, rebuznan como asnos y relinchan
como caballos." (4) Se supone que: "Los que han experimentado
una intoxicación con beleño sienten una presión en la cabeza, la sensación
de que alguien les está cerrando los párpados por la fuerza; la vista
se vuelve poco clara, la forma de los objetos se distorsiona, y se presentan
las alucinaciones visuales más extrañas. Con frecuencia la intoxicación
es acompañada de alucinaciones gustativas y olfativas. El sueño, interrumpido
por alucinaciones, termina con la embriaguez." (13)
Tras la administración del beleño
aumentan el ritmo cardíaco y la temperatura corporal, las pupilas se
dilatan y generalmente se observan somnolencia y resequedad bucal. No
se ha confirmado daño genético producido por el consumo de esta planta. Potencial de dependencia El beleño negro no genera tolerancia ni adicción física o psicológica. Su retiro no provoca síndrome abstinencial alguno. ¿Qué hacer en caso de emergencia?
A continuación recomienda bebidas
estimulantes, como la infusión de menta, de café, vino o aguardiente
y fricciones con una bayeta caliente por todo el cuerpo. El cultivo del beleño negro es
legal y puede comerciarse
libremente.
Profesías, conjuros y otros usos
Krumm-Heller dice también que aunque se ha dicho que esta planta "es del demonio", desde la óptica de la alquimia:
FUENTES DE CONSULTA ACERCA DE LAS PLANTAS
SOLANÁCEAS 1. Arias Carbajal: Plantas que curan y matan, Editores Mexicanos
Unidos, México, 1990. 2. Jesús Callejo Cabo: La historia oculta del mundo vegetal,
Aguilar, Madrid, 1996. 3. Brailowsky, Simón: Las sustancias de los sueños: Neuropsicofarmacología.
FCE-CONACYT, México, 1995 4. Brau, Jean-Louis: Historia de las drogas, Bruguera, España,
1973. 5. Callejas Cabo, Jesús: La historia oculta del mundo vegetal,
Aguilar, Madrid, 1996 6. Crowley, Viviane: La antigua religión en la nueva era. La
brujería a examen, Arias M. Editores, Barcelona, 1991 7. Dumas, Alejandro: "Toxicología"
en El Conde de Montecristo Porrúa,
México, 1980. 8. Escohotado, Antonio: Historia General de las Drogas, Tomo I, Alianza Editorial, Madrid, 1994. 9.
García Piñeiro, Juan José: En
busca de las plantas sagradas, Col. Nagual, Ed. Gaia, España, 1996. 10. Gellerman, David: Cultural uses of hallucinogens, Internet. 11.
Goodman, Alfred et all: Goodman y Gilman. Las bases farmacológicas
de la terapéutica, 8va. edición, Panamericana, Argentina, 1991. 12. Grieve, M.: A Modern Herbal, Internet (ya no está en la drección que estaba cuando lo consulté). 13. Heffern, Richard: Secrets of the mind-altering plants of Mexico, Piramid Books, USA, 1974. 14. Krumm-Heller: Plantas sagradas, Kier, Buenos Aires, 1987. 15. Magnus, Brunus: Gran
libro de la magia del incienso, hierbas y aceites, Edicomunicación,
España, 1992. 16. Maquiavelo, Nicolás: La mandrágora, Fontamara, México, 1987. 17. Paracelso: Botánica oculta. Las plantas mágicas,
Kier, Argentina, 1975. 18. Saury, Alan: Las plantas fumables,
Mandala ediciones, 1980, España. 19. Schultes, R.E. y Hofmann, A.:
Plantas de los Dioses: orígenes del uso de los alucinógenos,
FCE, México, 1993. 20. Sédir,
Paul: Las plantas mágicas, Edicomunicaciones, Barcelona, 1991. 21.
Uyldert, Mellie: Esoterismo de las plantas, La tabla de
esmeralda, Edaf, España, 1982.
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