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Datos
generales /
Usos terapéuticos / Dosificación / Efectos fisiológicos y psicológicos
/ Potencial de dependencia / ¿Qué
hacer en caso de emergencia? Hechos
interesantes |
Origen El óxido
nitroso descubierto por Priestley en 1776 se distribuye en circos y
ferias con el único fin de producir estados pasajeros de hilaridad hasta
el descubrimiento de sus propiedades anestésicas en 1844. Sucede que
al salir de una representación del famoso circo Barnum en la ciudad
de Boston, un dentista norteamericano llamado Horacio Wells observa
a un sujeto inhalando el famoso gas
de la risa (óxido nitroso).
Hallándose aún en pleno ataque de risa, el sujeto se tropieza con una
silla y se lastima seriamente una pierna sin mostrar ningún tipo de
reacción dolorosa. Al día siguiente, el avispado dentista le pedirá
a un colega suyo que le extraiga una muela mientras aspira algo de gas
hilarante. La operación no reporta ningún tipo de dolor y no le ocasiona
ninguna complicación. Horacio Wells emprende una serie de experimentos
exitosos para demostrar científicamente su descubrimiento. Por desgracia,
el día en que decide llevar a cabo una extracción pública, algo sale
mal, parece que no regula bien la administración del gas y el paciente
se levanta emitiendo fuertes alaridos. Sería otro dentista de Boston,
William Morton, quien dos años después se llevaría la gloria efectuando
la primera cirugía indolora con óxido nitroso frente a un grupo de connotados
médicos. A raíz de esta demostración, los principales laboratorios farmacéuticos
se dieron a la tarea de investigar las propiedades anestésicas de distintos
gases y líquidos volátiles.
Mecanismo de acción y formas de empleo La única vía de administración del óxido nitroso es pulmonar. Por lo general se inhala una mezcla de 65% de oxígeno y 35% de óxido nitroso. La administración de óxido nitroso a 100% puede producir asfixia y muerte. Su mecanismo de acción consiste en llegar al cerebro a través de las vías respiratorias y disminuir la actividad normal de las neuronas. Dependiendo de su concentración puede ocasionar: analgesia, excitación, anestesia quirúrgica (que se manifiesta por pérdida de la conciencia y amnesia) o depresión total del sistema respiratorio (que sin apoyo artificial produce coma y muerte). Usos terapéuticosAunque
tuvo grandes usos terapéuticos como anestésico general durante intervenciones
quirúrgicas, está siendo desplazado por la aparición de otros gases
como el metoxifluorenato y el isofluoretano. DosificaciónLos anestesistas calculan las dosis de los gases anestésicos en función de sus concentraciones dentro de la sangre, el cerebro y los alveolos. Para que el óxido nitroso llegue a provocar anestesia, su concentración alveolar debe acercarse al 100%. Esto supone una administración ininterrumpida durante varios minutos, cosa que no ocurre cuando lo que se busca son sus efectos lúdicos. Lo más común en estos casos es aspirar el gas, esperar la reacción mientras se retiene la respiración y exhalar cuando los efectos se desvanecen o ya no sea posible contenerse. Debido a ello resulta bastante difícil alcanzar siquiera el estado de anestesia. Efectos psicológicos y fisiológicosCon dosis pequeñas los efectos psicológicos del óxido nitroso consisten en la supresión de sensaciones de dolor y la característica hilaridad. El consumidor puede exhibir un rostro sonriente o caer en un ataque de risa incontrolada. Con dosis medias, suministradas por aspiraciones más profundas, se experimenta una primera fase de excitación cordial, como ocurre con las bebidas alcohólicas, que posteriormente se convierte en sedación y sopor. En usos extra-médicos, puede decirse que el usuario busca ambos efectos; el primero proporciona audacia y el segundo una afectación del pensamiento que se asocia con la pérdida de sentido crítico. Un consumidor anónimo relata de esta forma su primera experiencia con óxido nitroso:
Los efectos fisiológicos de este fármaco son los mismos que los de otros anestésicos inhalables: reducen la presión arterial, el ritmo cardiaco y respiratorio, así como la circulación hepática y renal. La toxicidad del óxido nitroso proviene de inhibir la producción de glóbulos blancos en la médula espinal. Potencial de dependenciaSu potencial de dependencia física es muy bajo y no se han reportado casos de tolerancia o síndrome de abstinencia. La dependencia psíquica es poco común. Según se sabe, con este fármaco el autogobierno resulta sencillo. Basta interrumpir la inhalación tan pronto como los efectos eufóricos cedan paso al sopor, y no reiterar la administración más de dos o tres veces, aunque el efecto de cada una sea bastante breve. Su acción sobre la médula espinal recomienda espaciar bastante las tomas. ¿Qué hacer en caso
de emergencia? Aunque hacen falta grandes concentraciones de óxido nitroso en la sangre para provocar la muerte, las intoxicaciones agudas ocasionan falta de oxígeno en el cerebro y una profunda depresión en la mayoría de los órganos (corazón, vasos sanguíneos, hígado, páncreas y riñones). Deben considerarse como urgencia médica puesto que es necesario suministrar respiración artificial y otros cuidados clínicos. El óxido nitroso está sujeto a control internacional. Pertenece a la Lista II, por lo que su venta requiere receta médica.
Personajes que han hecho uso del óxido nitrosoDe acuerdo a una enumeración aparecida en The book of lists, entre quienes han experimentado el óxido nitroso fuera del quirófano se encuentran el filósofo estadounidense William James y sus compatriotas escritores Allen Grinsberg, Gregori Corso y Ken Kesey; el poeta inglés Simon Taylor y sus paisanos Coleridge y Winston Churchill.
Las experiencias espirituales de William JamesDespués de investigar en Harvard diversas substancias psicoactivas, William James, el mayor filósofo norteamericano, escribe Subjective Effects of Nitrous Oxide, un ensayo que aparece publicado en 1882. Allí explica:
FUENTES
DE CONSULTA ACERCA DE LAS DROGAS DE ANESTESISTAS 1. A Nitrous Experience. Internet: Alt.drugs (banshee@resort.com) 9/19/96. 2. Brailowsky, Simón: Las sustancias de los sueños: Neuropsicofarmacología, FCE-CONACYT, México, 1995. 3. Brau, Jean Luis: Historia de las drogas, Bruguera, España, 1973. 4. Cloud, John: “Is your kid on K?”, Times, USA, October 20, 1997. 5. Diccionario de especialidades farmacéuticas, Edición 40, PLM, México, 1994. 6. Dornbierer, Manú: La guerra de las drogas, Grijalbo, México, 1991. 7. Escohotado, Antonio: Guía de drogas, Ómnibus Mondadori, España, 1990. 8. Escohotado, Antonio: Historia General de las Drogas, Tomo III, Alianza, España, 1995. 9. Fármacos de abuso: Información farmacológica y manejo de intoxicaciones, Centro Mexicano de Estudios en Farmacodependencia, México, s/f. 10. Goodman, Alfred et all: Goodman y Gilman. Las bases farmacológicas de la terapéutica, 8va. edición, Panamericana, Argentina, 1991. 11. James, William: "Subjective Effects of Nitrous Oxide", originalmente aparecido en Mind, Vol. 7, 1882; posteriormente publicado en Laughing Gas, 1973. 12. Krupp, Marcus et all: Diagnóstico clínico y tratamiento, Manual Moderno, México, 1988. 13. Roquet, Salvador y Pierre Favreau: Los alucinógenos: de la concepción indígena a una nueva psicoterapia, Prisma, México, 1981. 14. What is PCP? Teen Challenge Home Page (webmaster@teenchallenge.com) 15. Yensen, Richard: en el prólogo de Una terapia prohibida: Biografía de Salvador Roquet, Planeta, Méx. 1998.
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